Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Conciencia de clase

30/03/2023

Hace unos días, leía distraídamente, tras superar el cada vez más engorroso y lento control de seguridad del aeropuerto, en la sala de embarque mientras esperaba la salida del vuelo. Lo mas razonable y frecuente es que las compañías organicen la subida de los pasajeros a bordo, para que sea lo más rápido y cómodo posible, reuniendo en grupos a los viajeros, según la posición de su asiento en el avión, para establecer su prelación y darles prioridad en el embarque. Damos por sentado, por razones obvias, que los primeros en pasar serán las personas que viajan con niños pequeños y aquellos que ocupan la zona de business class, yendo después los más próximos a la cabina de mandos y, tras ellos, quienes irán sentados cerca de la cola del avión, en los asientos menos cotizados.
Pues bien, esta vez había cinco grupos y yo no había caído en la cuenta de que tenía asignado el último de ellos en mi tarjeta de embarque, hasta que me hizo comprobarlo la cada vez más encendida conversación que mantenían sobre el asunto unos cuantos pasajeros que aguardaban cerca de mí. Pero si compramos el mismo billete que vosotros, decían unos. No entiendo porque somos los últimos si hemos pagado exactamente la misma cantidad, se quejaban otros que se sentían cada vez más ofendidos.
Qué manera más tonta de cundir el malestar, de crearse un conflicto y de provocarse un revuelo, pensé y me vino a la mente, sin llamarla, la conciencia de clase. Ese elemento con el que cuentan los individuos, conscientes de pertenecer a una clase, para actuar socialmente en defensa de sus intereses. Si bien, es verdad que tiene más de idea marxista sobre la economía con el fin de promover la organización proletaria para revelarse contra su explotación, fundamento de una ideología decisiva en la historia.
Aunque, no soy solo yo quien opina que, en nuestros días, si no se puede llegar a decir que las ideologías han muerto, tampoco parecen tener mayor predicamento más allá de la práctica política partidista. Cabría entender que la ideología es la caracterización política de las ideas que le sirven de referencia a una comunidad, fruto de sus circunstancias y sus costumbres. Pero sería demasiado pedir a esa ideología que reflejará y abarcará la complejidad de matices y plenitud de rasgos de una sociedad abierta como la actual, con muchas menos vigencias, diría Ortega, en común.
Quizás por eso hoy las ideologías políticas son fruto de las circunstancias, más que de la cotidianidad y estilo de la sociedad y, tal vez, sirva como prueba de ello la variación de la intención de voto del conjunto del electorado y la incoherencia entre los postulados que defienden algunos y la acción que manifiestan.
Una vez a bordo, comprobé que estar en el último grupo significaba tener el asiento al lado del pasillo. Mi sitio favorito porque te permite salir y entrar sin necesidad de levantar al que duerme. Colmados mis intereses, sin motivo para rebelarse, me puse a escuchar música.

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