Ahora que tan de moda está basar la acción política en el papel de los asesores de imagen, bueno es recordar que James Carville, asesor de Bill Clinton en las presidenciales de 1992, fue el que fijó la estrategia del candidato para, en su debate con George Bush padre, desmontara su imagen de Presidente exitoso que había logrado el fin de la Guerra Fría, haciéndolo poner los pies en el suelo y recordándole que se había olvidado de los problemas cotidianos de sus ciudadanos.

Han pasado casi treinta años y el éxito de Pedro Sánchez, se basa en la política de imagen que marca permanentemente su asesor omnipresente Iván Redondo. Desde discursos, paseíllos entre ministros que aplauden, ovaciones en el Congreso. Todo forma parte de una campaña calculada a mayor gloria del líder. Y según el CIS de Tezanos, está dando resultado. La gestión de la Pandemia no pasa factura al Gobierno, el abuso de los Decretos Leyes, tampoco, el hundimiento de la economía (cerca del 20% de caída del PIB), tampoco. Cierto es que la pandemia provocada por la Covid-19 era impredecible en su alcance y que hasta los países que mejor han gestionado la crisis sanitaria han tenido bajas importantes, pero España es la campeona en muchos parámetros negativos. Y ahora viene, por desgracia, el momento de la verdad. Puede que los rebrotes no alcancen la gravedad de los primeros meses, pero el simple anuncio del número de contagiados está perjudicando la posible recuperación de la economía. Cuarentenas impuestas, recomendaciones de no viajar a España, el sector turístico y todo lo que del mismo depende, ya se ha perdido para este año y, probablemente, tarde mucho en recuperarse a cifras pre-Covid. Y esto afectará a muchas familias que perderán su fuente de ingresos. Y si, Sr. Redondo, es Ud. un lince que ha demostrado como se puede hacer triunfar a un candidato. Pero emule Ud. a su colega James Carville y ponga en alguna parte del discurso de nuestro Presidente lo de ¡Es la economía estúpido! y se pueda lograr que haya acuerdo entre los Partidos para salir de esta situación antes de que sea demasiado tarde. Los trabajadores que pasan de ERTE a ERE y al paro no serán tan manipulables cuando tengan que pedir explicaciones.