Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Ni están de acuerdo, ni los entienden,… pero los buscan

01/09/2019

Vox ha impedido que el Senado aprobase una declaración institucional mostrando su preocupación por los incendios registrados en Gran Canaria este verano e instando a las Administraciones Públicas a redoblar esfuerzos en materia de prevención, vigilancia y extinción de fuegos. El documento alababa la entrega, sacrificio y valentía de quienes allí lucharon contra el fuego y pedía la adopción de cuantas medidas fuesen necesarias para atender a los damnificados y recuperar los ecosistemas devastados. El senador ultraderechista, Francisco José Alcaraz, se negó a apoyar tal documento, por lo que, al no tener la unanimidad requerida para este tipo de declaraciones, decayó. Mantuvo que el texto recogía la necesidad de luchar contra las causas del cambio climático, considerándolo una de las razones últimas de los grandes incendios que en estos años asolan el planeta, lo cual, a juicio de su partido, justifica «postulados ideológicos progres».
Alcaraz llegó al Senado en el pasado mes de febrero designado por el Parlamento de Andalucía y pronto se hizo notar, impidiendo que se aprobase otra declaración institucional contra la homofobia en el deporte, considerándola como un panfleto con el que se «intentaba colar la ideología de género por la puerta de atrás». Ambos vetos le han dado más protagonismo informativo que la única iniciativa propia que hasta ahora ha presentado: una pregunta relacionada con el viaje realizado por el presidente Sánchez a Granada con motivo de la inauguración de la línea de AVE desde Madrid.
Concluida la reunión de la Diputación Permanente, las críticas a su actitud han sido generales. De entre ellas me llamó la atención la realizada por Ruth Goñi, portavoz adjunta de Ciudadanos, quien refiriéndose a tal veto dijo que «ni estamos de acuerdo, ni lo entendemos». Seguramente sus palabras fueron sinceras, pero para no estar de acuerdo ni entender semejante obstruccionismo negacionista, es difícil justificar cómo hasta ahora su partido no ha tenido remilgos en aceptar el respaldo de Vox para gobernar en lugares como Andalucía, Madrid o Murcia. Y mientras tanto, los días pasan, las negociaciones entre PSOE y Podemos, que sepamos, no avanzan y el desencanto por esa coalición de izquierdas que tras el 28-A pudo haber sido y no fue es cada vez más doloroso. Se acaba el tiempo.