Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Patrimonio con peros

15/12/2020

Se cumplía el día 11 un año desde que la cerámica de Talavera, Puente del Arzobispo Y Méjico fue considerada por la Unesco patrimonio de la humanidad. Magnífica noticia aunque a simple vista después de un año hay que reconocer que ese reconocimiento no ha supuesto un aumento de la actividad cerámica en Talavera ni mejora significativa alguna en esta artesanía que tiene un importante componente de industria. No quisiera escribir que al final lo del patrimonio se quedará en nada como suele pasar aquí. Lo que me gustaría es escribir que a partir del reconocimiento, los alfares trabajan  a tope y han tenido que contratar artesanos para dar abasto a la avalancha de peticiones  y encargos. No ha sido así aunque este no es el único pero.
Podrían parecer quimeras, aunque no son, ni quimeras ni fantasías los recuerdos que por suerte o desgracia, permanecen en la memoria aclaran muchos de los acontecimientos que se viven día a día, machacando y haciendo polvo ciertas teorías triunfalistas y desconocimientos de los que hacen gala nuestros desmemoriados políticos. Es que no me puedo olvidar de un borrón del que hice hincapié durante años y que una ciudad cuya cerámica es patrimonio de la humanidad o mejor, su ayuntamiento, su comunidad autónoma, su diputación y todo el mundo que hizo falta, se pasaron por el mismísimo arco del triunfo: Talavera perdió hace algunos años el último horno árabe de cerámica que existía en la ciudad: el alfar de los Galanes. Demasiada pérdida para un lugar que pretende ser un centro de creación y didáctica de lo que es y ha sido la cerámica en España desde hace cientos de años. Que no me cuenten que el alfar era insostenible económicamente hablando o majaderías de ese jaez, precisamente para eso están las instituciones públicas, para mantener ese tipo de organismos y apoyarlos si no directamente con dinero,  con la organización y el patronazgo  en la organización de talleres, demostraciones, cursos, etc. cualquier cosa antes de permitir que se pierdan y desaparezcan  en la pretendida ‘ciudad de la cerámica’ cosas de tanto valor como un horno árabe de cerámica en plena época de conservación  del patrimonio de cada lugar y conservar para el capital de la ciudad, que  es cultura, nuestra cultura.  Que no lo dude nadie.
Definitivamente autoproclamase ciudad de la cerámica contrae alguna servidumbres y responsabilidades que van más allá de las fotitos y los hermanamientos con ciudades de aquí o allá, hay que trabajar para que la frase no quede en cáscara vacía y  tenga el significado de que aquí, en Talavera, se vive de verdad y desde todos los ángulos la actividad artesanal de la cerámica.
He leído que en opinión de algunos artesanos en Talavera el nombramiento de la Unesco todavía tiene que dar los buenos resultados que todo el mundo espera.
Veremos.