Quizá por deformación profesional, cada año intento hacer balance de lo acaecido durante el mismo. Este año ha sido muy especial. La pandemia ha destrozado muchos proyectos en marcha, ha puesto impedimentos para conseguir objetivos y ha obligado a tomar decisiones sobre la marcha ante la inseguridad que la situación sanitaria y las decisiones (o falta de coherencia en las adoptadas) del Gobierno, hacia necesario tomar. Pero intentaré hacer repaso de lo sucedido.
¿Qué he hecho yo durante el año? Si repaso el balance de mi situación a 31 de diciembre de 2019 y comparo con el de 31 de diciembre de 2020, es obvio que en lo material estoy peor. Pero en los momentos actuales, siendo lo material importante, hay otros valores que son fundamentales y que están muy por encima. La pérdida de personas de tu entorno que la Covid se ha llevado. La distancia en el afecto durante meses que impedía poder compartir un gesto o un abrazo con los tuyos.
¿Cómo valorar todo lo perdido por este motivo? Es lo inmaterial donde más te das cuenta de la diferencia que existe entre valor y precio. El valor incalculable que supone la pérdida de un amigo, cómo puedes cuantificar el no poder abrazar a los tuyos durante meses, el no estar con tus hijas o tus nietos, no poder reunirte con tus amigos. Es en estos valores donde nuestra cuenta de resultados arroja un saldo negativo irrecuperable.
Pero también debemos aprovechar la experiencia, darnos cuenta de lo que verdaderamente tiene importancia, de cual debe ser nuestra actitud para poder aportar soluciones a problemas que nos superan, pero que no por ello estamos justificados de no actuar. Hemos aprendido lo importante que supone estar unidos, de apoyarnos, de actuar en función de nuestras posibilidades, de ser responsables, de ayudar siempre, de estar alerta sabiendo que siempre podemos hacer algo por los demás.
Sí, tenemos que hacer balance del año, no de los activos y pasivos materiales que tenemos, sino analizando lo que hemos hecho nosotros. Solidaridad, responsabilidad, esfuerzo, generosidad. Nuestro Balance, con mayúsculas, este año no es cuantitativo, ha de ser cualitativo. No tiene precio, pero si debe tener valor.