Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Costar o valer

27/03/2023

Vuelvo a la carga, esta vez simplemente con las notas de mis últimas vivencias, a partir de mantener el debido rigor ante los comentarios que hago. Primero aclararé que, humildemente estimo, que, tan solo es apariencia esto del estado de derecho. Hasta que alguien rompe un poco las cosas, que por otra parte 'unos pocos' dicen que está bien, siendo 'estos mismos' los que rompen esas cosas a su 'libre albedrio', porque, ellos, sí que pueden hacerlo cuando les venga en gana, manteniendo el honorable discurso de lo muy difícil que es estar en el poder. Pero, es curioso, ninguno de 'esos pocos' nunca se quiere ir de él.
Bueno, lo que toca esta vez, es hablar de vino, aunque lo anterior tiene referencia también al vino, en un aspecto colateral. En los últimos días he visto, he oído y he tenido la fortuna de estar presente, en actos o 'eventos' como se dice ahora, que de algún modo hacen un verdadero flaco favor al conjunto del sector del vino español, tan solo es un homenaje a «unos pocos que se autodefinen la elite». Esto, en mi opinión, es uno de los motivos por los que el vino está donde está y bajando.
Voy a recordar de nuevo, quizá cayendo en la pesadez, por eso pido disculpas, pero creo que haciendo de martillo pilón se pueda quebrar algo el dique que contiene, en mi humilde o más bien inútil opinión, el vino es una realidad que está cargada de 'la nada', como ocurre en el cuento de 'El traje del rey'. Así a unos pocos, primero con sus comentarios, siempre inequívocos sobre «siempre los mismos vinos», que casualmente pertenecen a ciertas regiones de España (siempre las mismas).
Otros que se definen productores de elite, que cuando estudias su trayectoria o 'currículo', parece a todas vistas que apenas llevan una década a lo sumo en el sector, y ya se definen de auto excelencia, también, quizá ¿Por qué hayan pagado a un precio alto a esos anteriores por su prestigio? Y cómo no, los últimos de este esquema, los apasionados aficionados al vino que, por su estatus, pagan lo que les digan, haciendo así ver al resto de los miserables mortales, que, ellos aprecian la 'calidad' en sus 'gaznates', además con un conocimiento excepcional, respecto de los demás, léase, siempre desde mi quizá inútil conocimiento: Un vino que cuesta más de 30,00 euros en bodega (de los precios en la hostelería ya escribiré algo para recordar), lo probable y lógico es que sea y deba ser espectacular. Esto tiene dos vertientes, una si realmente lo cuesta eso y lo vale, entonces es espectacular, pero la mayoría, la gran mayoría de la línea de esos vinos su costo y valor real, está en muchos casos sobredimensionado en tres o cuatro veces. Me explico, hay muchos vinos de 4,00 ó 5,00 euros muy dignos, que la diferencia frente a los vinos de 35,00 euros es en poco apreciable en una cata, por no decir que no existen diferencias, tan solo, en la sugestión psicológica en el momento del pago de la botella.