Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


A un panal de rica miel

30/05/2020

Miles de moscas sobrevuelan por las calles toledanas, no al tipo de Félix María Samaniego y su fábulas del siglo XVIII, sino de manera literal. Las moscas, al salir a las calles tras el confinamiento, nos esperaban en su magno festín.
Las calles están repletas de palomina por la multiplicación de aves que proliferan y envilecen la vista y vida de monumentos, vías y mobiliario urbano. Toledo es la golosa fuente de alimentación de aves e insectos, por su capa de basura al estar abandonada. Prefieren nuestros próceres municipales pensar que el vicio de la mentira es enriquecedor para sus vidas, bien sea por ignorancia, zafiedad o pura inquina.
Resulta tan vergonzante ver el enfrentamiento del Congreso entre partidos de nueva política en vías de extinción. Pero no es exclusivo del Gobierno central el trato vejatorio a la oposición, ni las mentiras y el postureo de fotos inanes. En Toledo se ha presentado un plan de reactivación en el que la representación de muchos ciudadanos ha sido ninguneada.
No es que el ninguneo sea falaz y ofensivo es que la vejación de ver publicado que ni siquiera se han leído las propuestas de la oposición solo genera hastío, cuando no, confrontación por la zafia utilización del poder para propio beneficio.
En breve se verá cómo van naciendo las oscuras sombras de la avaricia y la perfidia anhelando sillones de corte superior. No queda mucho para ver que plaza del Consistorio 1 se convierte en un trampolín enjaezado para saltarse a la torera los versos que Gómez Manrique dedicó a los que ostentasen responsabilidades municipales.
Bien es cierto que, todos los que han pasado por el consistorio toledano han utilizado el sillón para alcanzar otros sillones más altos. Puede ser lícito, porque la mejora continua y la ambición pueden ser entendidas y entendibles, pero conseguirlo no tiene que ser a costa de los ciudadanos, sino como premio por el trabajo bien hecho en la mejora de la calidad de vida de sus conciudadanos, pero aquí hace años que se olvidó.
Aquí no hay premio, aquí solo queda trabajo para reencauzar la ciudad hacia un futuro mejor. Por eso solo nos van quedando moscas y miseria, mientras buscan un sueldo mayor, por una carga de trabajo menor.