Parece que, por fin, el mal divorcio entre el CD Toledo y el técnico Diego Merino ha llegado a su fin tras varias semanas de tiras y aflojas donde han aparecido demasiados actores secundarios en busca de protagonismo en este culebrón. Se ha llevado muy mal por ambas partes, pero necesitaría tres páginas de este diario para poder explicarlas con detenimiento, y ahora eso ya es pasado para enterrar.
Lo que no se puede enterrar es el problema deportivo y la ardua tarea que va a tener el nuevo inquilino de un banquillo al que se perfila esa sociedad toledana formada por Javi Sánchez y Guti.
De ser así, sería una gran noticia. Dos toledanos, exjugadores del club, con experiencia en la categoría y que están donde están gracias a sus méritos, pero que van a tener un hándicap importante, el mismo que les acabo de mencionar, que son de la casa. Y en Toledo es de los sitios donde es más difícil contradecir el dicho bíblico del Nuevo Testamento (Lucas 4:24), «ningún profeta es aceptado en su tierra», que da origen a la popular expresión.
Mucho trabajo por delante para un CD Toledo que tiene ahora cinco partidos vitales ante rivales directos que pueden hacer que cambie esta situación, a la espera de poder optimizar la plantilla en el mercado de Invierno.
De todo lo ocurrido, espero que tomen buena nota en la parte de arriba y no vuelvan a relacionarse con 'malas compañías', como siempre avisan las sabias madres a sus jóvenes hijos.
Mientras terminan estos dimes y diretes, y tras la salida del Cholito Merino (al que deseamos lo mejor en su futuro profesional), llega la Unión Deportiva Alzira, un conjunto en un puesto engañoso de 'playoff' de permanencia. Sus números demuestran la dureza de este grupo, ya que con solo dos derrotas y con diez goles a favor, por ocho en contra, se encuentra en esta situación. Rival difícil que obligará a ver la mejor cara de la plantilla este próximo domingo.
Esta fase del calendario es el momento ideal para tomar impulso y el pulso a esta competición, en la que no ha terminado de aterrizar el conjunto toledanista. Tienen que ser momentos de calma en lo institucional donde deben ir preparando la próxima ventana de fichajes y en lo deportivo con el final de ese divorcio traumático. Es el momento de ir de la mano y remar en la misma dirección o se puede volver a ese pozo de la Tercera.