Sin afán de generar polémica ni suspicacias, esta semana me resultaba llamativo cuando sobre mi mesa aparecía un libro perdido, un texto del autor Roberto Santiago, el primero de su afamada saga de Los Futbolísimos. ¿Sabéis cuál era su título? 'El misterio de los árbitros dormidos'.
Seguro que muchos habéis esbozado una sonrisa, pero la verdad es que hay muchos misterios sin resolver en torno al CD Toledo esta temporada, y uno de ellos, a ciencia cierta, son las expulsiones en los partidos que disputa como visitante.
En las tres últimas salidas fueron expulsados Rodri, en Talavera, Jalid, en Azuqueca y Fontanello, en Puertollano. Rojas directas muy rigurosas, a mi juicio, y que, aunque alguna haya sido retirada por el Comité de Competición, ha supuesto una inferioridad numérica frente al rival, que condiciona, y mucho, el normal transcurrir de un partido.
¿Estarán los árbitros dormidos como dice el título del ya mencionado libro? Estoy seguro de que no, y soy conocedor de la dificultad de su tarea, pero, a la vez, juegan un papel fundamental y tan importante que lo mejor es que su labor pase desapercibida. Y aquí es donde considero que está, desde mi más sincera humildad y honestidad, el posible punto de mejora.
Sin árbitro no hay fútbol, pero sin jugadores, tampoco, y el espectáculo no puede estar condicionado por un error. Oigo mucho hablar a los colegiados de la importancia del 'control de partido', y creo que esa es una de las virtudes diferenciadoras en el nivel y talento de los árbitros, sus tomas de decisiones en situación puntuales y la implicación que estas pueden tener en el partido.
No digo que no haya que expulsar a un jugador, pero estas sanciones deben ajustarse a una interpretación fidedigna del reglamento. En estas categorías sé que es muy complicado, pero en otras categorías surgió el VAR precisamente para ayudarles. Aquí, sin este recurso, quizás pueda pararse y consultar con el asistente más cercano.
Que un equipo gane dos o tres recursos por expulsiones considero que deja en una posición mediocre a un colectivo fundamental para este deporte, con una formación impecable y con una labor, repito, complicadísima a la que todos debemos ayudar.