Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Puntos de coincidencia

28/05/2021

Cíclicamente en Toledo se producen puntos de coincidencia en los que la ciudad se juega su futuro. Lo habitual es que se dejen pasar las oportunidades y se opte por el tran-tran de una ciudad somnolienta. Los gestores de turno prefieren el revuelo del día a día presente a la planificación convulsa de los meses siguientes del futuro.
En este momento, según el diario La Tribuna del lunes, 24 de mayo, disponemos de un estudio (el periódico no dice quien lo encargó) en el que se avisa del agotamiento del turismo hasta ahora practicado. El modelo tradicional de los grupos de unas horas  y el perfil del turista de poco valor, ya no sirven. Y la oferta de visita, repetitiva y mínima, no es suficiente. Al mismo tiempo se ha abierto un nuevo debate sobre la construcción de un hotel – no digamos macrohotel porque en el lector u oyente produce un efecto de catástrofe – en pleno centro de la ciudad y afectando a varias calles. Ya en siglos anteriores conventos de religiosos y religiosas acometieron un proceso de este tipo que transformó la fisonomía de la ciudad y la dejó, más menos, parecida a la que conocemos. Dependiendo de la finura, delicadeza y respeto que se exija al proyecto, conseguiremos un desastre o el inicio de la reconstrucción de una nueva ciudad más adaptada a los tiempos que vivimos. ¿Podemos seguir manteniendo una ciudad del siglo XVII en el siglo XXI? Sigue aún pendiente dar salida a Vega Baja y su entorno, el tratamiento de los descubrimientos recientes del anfiteatro romano, la configuración actualizada de un Museo Provincial y la acometida de usos para conventos e iglesias cerrados. Nada fácil, desde luego. Y tampoco, barato. Pero no se debiera dejar pasar la oportunidad como ya se hizo en ocasiones anteriores
El centro histórico es un recurso que hay que potenciar. Sus viviendas y espacios deben ser modernizados para que se conviertan en un lugar de calidad para un sector de población. Turistas, vecinos y patrimonio, cada vez más cuidado y mejor enseñado, deben poder convivir con un cierto equilibrio. Eso exige innovación en la gestión, tecnificación de los tratamientos, inversión continuada y audacia. No se debe demonizar al turismo, solo proponerse construir una ciudad que sea útil para sus habitantes en los próximos  años.