No eran exactamente 'cuatro', como dijo la alcaldesa Milagros Tolón, pero quienes abuchearon a Pedro Sánchez a su llegada a Toledo apenas sumaban una docena. Ruidosos, sí, pero muy pocos, como bien certifican las imágenes difundidas en medios de comunicación y redes sociales. Pese a tan irrefutable evidencia, los voceros de la derecha no dudaron en magnificar tal protesta con calificativos como 'colosal' o 'monumental' bronca. Semejante actitud responde a esa mala praxis periodística que algunos mantienen: 'que la verdad no te estropee un buen titular'.
A ocho meses de las elecciones locales y regionales, antesala de las generales, el ambiente político se tensa. Este desperezamiento coincide con la llegada del otoño, cuando en las rañas de nuestros Montes y Cabañeros los grandes machos berrean, dirimiendo a testarazos su primacía sobre la manada.
Menos bucólico, pero con idéntica intensidad, los topetazos entre los líderes políticos se suceden. Ante tan trascendental envite, los adalides mediáticos de las derechas han preparado el terreno con una eficaz labor de zapa. Hoy, nada mola más que poner a parir al Gobierno de coalición y aseverar que Sánchez y sus socios nos llevan a la ruina. Poco importa que desde enero de 2020, cuando el Ejecutivo tomó posesión, a cada problema que se nos ha presentado, el Consejo de Ministros haya  ido aportando soluciones, algunas de ellas emuladas en Europa. Y tampoco parece contar, que éstas hayan sido refrendadas por la mayoría del Congreso de los Diputados.
Tertulianos y politólogos sostienen, y no les falta razón, que las derechas se han apoderado del 'relato' político de la calle. No importa que el mismo amalgame 'fakes', manipulaciones o medias verdades. Todo vale para alentar el clima frentista que se han esforzado en crear, conscientes de que ello puede proporcionarles réditos electorales. Quedan, repito, ocho meses para el primer gran round. En nuestra tierra, de momento, las últimas encuestas conocidas son favorables para Tolón, Tita García y García-Page, pero a estas alturas del calendario hay cosas que cuesta digerir, entre ellas las recientes declaraciones del presidente regional dando carnaza a cuantos ceban a diario el termómetro de las opiniones antiprogresistas. Ahí está el ejemplo, fueron «cuatro» y lo contaron como si hubiesen sido cientos.