Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Algo de vino

16/01/2023

La madre de los vinos es el resultado de los posos o sedimentos más sólidos que se forman en las paredes y el fondo de los recipientes donde se elabora el vino, que en los tintos es un exceso de tanino. Tales restos están formados por las 'cortezas muertas de levadura', lo que también se entiende como 'lías', sobrantes de materias como algún trocito de la uva, y cuando está en fermentación el vino esta materia sólida se conforma en la superficie del depósito, formando una materia dura, de tal solidez que hay que romperla, mediante el bazuqueo, y a este resultado en según qué zonas también se le denomina 'madre', pero lo normal es llamarlo 'sombrero'.
Crianza o vino de crianza se trata del tipo de vino, normalmente vino tinto, aunque se pueden dar el caso particular de algún vino blanco de crianza, según las condiciones de elaboración. Por tanto, acto seguido de haber sido terminada la fermentación natural, que si se considera que por sus características de color, olor, sabor, acidez y alcohol, a parte de otros parámetros, se le deja al liquido 'vino terminado' dentro de las barricas, llenadas a tope, para que así todo el líquido esté en contacto directo con la madera que conforma, digamos un depósito 'casi' hermético, porque ciertamente a ser de madera, esta, tiene una muy liviana porosidad, y esta característica hace que el aire exterior pase por medio de la madera al vino y éste a su vez, vaya perdiendo parte de sus características de un vino nuevo, y vaya atenuando o matizando tanto el color, como el sabor como el olor, que por este proceso va asumiendo, después de unos meses que deben ser como mínimo seis (para considerar un vino de crianza) obtener un carácter totalmente diferente, al vino joven que se puso allí meses atrás.
Los vinos de reserva son normalmente vinos tintos, de media tardan en producirse en su elaboración unos tres años como mínimo, permaneciendo después de la primera elaboración en estado ideal constante de temperatura relativamente baja, y con una humedad todo lo contrario alta. Siendo la duración de esta fase, de un mínimo de un año (12 meses) dentro de una barrica, y el resto del tiempo mínimo unos dos años (24 meses) embotellado (en botellas oscuras normalmente de color verde, aunque pueden ser negras y hasta marrón oscuro).
Ambos períodos siempre en un entorno de mismas e inmóviles condiciones de luz (el mayor tiempo posible en oscuridad), humedad (que debe oscilar entre el 60 y el 80%), temperatura ambiente (debe estar entre 6º C y máximo 18º C) sin grandes cambios bruscos y la misma posición inmóvil de la botella en este periodo.