Jorge Jaramillo

Mi media Fanega

Jorge Jaramillo


Marzo ecuador

01/03/2021

El sector vitivinícola español llega sin respuesta al momento más delicado de la campaña comercial, justo cuando cruza el ecuador aunque en la práctica se venda vino, mosto y alcohol todo el año.
En cuestión de días, arrancará en el hemisferio sur la vendimia 2021 y aunque sea prematuro hacer un diagnóstico del impacto que tendrá la nueva cosecha en el circuito internacional, no hay que olvidar que países como Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica ejercen con sus 50 millones de hectolitros una presión, no tanto por volumen como por la relación calidad-precio.
Vender en pandemia no está siendo fácil para nadie y de ahí que cada parte considere urgente articular un segundo rescate como el que representaron hace meses las ayudas para destilar dos millones de hectolitros en nuestro país, y disponer un presupuesto de diez millones de euros para acometer una vendimia en verde antes de que las cepas descargaran en las espuertas o el remolque. La tercera línea de ayudas fue para almacenar temporalmente miles de botellas de vino que en cuestión de semanas, volverán a estar disponibles porque en este tiempo no tuvieron sitio en los menús de la restauración.
En plena desescalada del Horeca y saliendo aparentemente de la tercera ola de la pandemia, bodegas y cooperativas no esperan a corto plazo una recuperación repentina en el consumo porque será más bien el verano el que diga cómo van las cosas a medida que avance la vacunación en Europa. Por tanto, busca una solución transitoria.
Porque aunque la distribución haya sido un vía de escape para llegar y mantener ventas en los hogares, el atasco sigue siendo considerable según relatan algunas organizaciones que cifran ya en nueve millones de hectolitros más el stock de la actual cosecha.
Han pasado varias semanas desde que la interprofesional del vino de España (OIVE) concluyera en una junta directiva casi temática -que también se demoró en exceso, según algunas organizaciones agrarias-, para encontrar un hueco en la agenda ministerial. Han tenido que insistir bastante para que finalmente puedan hacer un análisis sosegado con el fin de encontrar soluciones prácticas; el encuentro será este martes con el secretario general de Agricultura, Fernando Miranda.
El número tres de Luis Planas ya advirtió sin embargo a las comunidades autónomas que no había mucho dinero sobrante en el Programa de Apoyo al Vino (PASVE), y ni siquiera consenso entre los territorios. Con ese planteamiento reanudarán la discusión.
Pendientes por tanto de ver otras posibilidades, tirando quizás de imaginación, quizás solo quede la baza política. Y el Presidente Emiliano García-Page explorará de una manera directa el margen de Planas en el encuentro que mantendrán el jueves en el Palacio de Fuensalida. No en vano, nuestra comunidad representa más de la mitad del viñedo del país. El Ministro seguramente exponga que la autorregulación es el camino como acaba de aprobarse para el aceite. Y ahí saldrá la futura nueva Ley del vino.