Jorge Jaramillo

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Jorge Jaramillo


Las lonjas entran en shock

11/07/2022

La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha ve «razonable» que las principales lonjas de cereal de la región, la de Albacete y Ciudad Real, hayan optado por suspender cotizaciones de precios vista la convulsión del mercado internacional de granos –de repente en desescalada- donde cualquier referencia queda desfasada en cuestión de horas o minutos acrecentando el riesgo de descapitalización de algunos comerciantes.
Los otros dos mercados que operan para Toledo, la lonja de Fedeto y la que gestiona Asaja, reflejan en sus últimas actas descuentos notables en cebadas, trigos y maíz, además de otras muchas materias primas como hacía tiempo no se veían en la tablilla.
La confusión y el pánico son tal que el negocio se han parado prácticamente en seco con una oferta más abundante tras la siega con la que muy pocos se arriesgan a comprar ni otros a vender, a pesar de que el Ministerio de Agricultura (MAPA) asegure que el mercado está activo, más caro –eso sí- pero en movimiento.
Pero el problema no tiene precedentes en una coyuntura tan volátil en la que al cierre de junio es tradicional que los fondos de inversión, siempre insaciables, suelten mercancía para recoger beneficios. Esa hambre es ahora más voraz ante el riesgo de desaceleración económica donde mercados tan potentes como el norteamericano encarecen el crédito para controlar la recesión.
Asimismo, las fábricas de piensos y las harineras, principales consumidoras, han decidido quedarse en la barrera, trabajar al día con muy pocas existencias como se vio en la asamblea de la Confederación Española de Fabricantes (CESFAC) asumiendo además un recorte del 4 por ciento en la elaboración de este 2022 sobre el año anterior. Veremos si al final no es más.
Y es que los censos van mermando, al menos algunas cabañas intensivas van reponiendo menos animales y aunque a corto plazo no sea muy visible, se da por hecho que habrá bajada de demanda respecto a los niveles de consumo que hasta ahora mantenían.
Los del pienso tratan de taponar la herida y justifican que desde hace meses vienen haciendo un ejercicio de contención para evitar trasladar el fuerte encarecimiento de las materias primas al ganadero, el gran damnificado que no puede soportar más presión.
En agosto se espera que la importación de maíz de Brasil se incremente en los puertos españoles, y este será también otro factor que permita dibujar una senda quizás más estable, sabiendo todos que la mercancía será cara porque traerla es más caro.
Así las cosas, y saliendo del cereal -tan básico para la producción de alimentos- parece evidente que el trabajo de las lonjas se hace más necesario que nunca. Es de las pocas guías que tienen a mano productores y comercializadores para organizar sus operaciones y necesidades con luz y taquígrafo.
Aunque también parece oportuno y urgente que el sector dé un paso más al frente para desarrollar el ansiado Observatorio de Precios de los Alimentos; contenido no le faltará para reclamar transparencia en un horizonte tan oscuro.
Solo hay que trazar una hoja de ruta ahora que la ley de la cadena alimentaria refuerza los supuestos de fraude.