Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Un cuento en el encierro

31/03/2020

Este obligado  encierro nos hace parar y con tranquilidad suficiente pensar en unas cuantas cosas que a lo mejor no tienen importancia o quizá sí. Empiezo preguntándome si los miembros del Gobierno encabezado por su presidente, el gran pretendiente y sediento de presidencia, el ambicioso Pedro Sánchez es capaz de tener convicciones y condiciones para ocupar el cargo que tanto  le ha costado conseguir, yo desde aquí, desde mi humildad le digo que no, que no es lo mismo maniobrar y politiquear con cualquiera del tipo de Ezquerra y demás nacionalistas tóxicos, que ponerse al frente de una nación como España y en unos momentos de máxima dificultad como ahora. Es inaceptable que el vicepresidente Pablo Iglesias se salte la cuarentena por mucho que crea que España le pertenece y que las medidas que siguen todos los españoles no van con él.  Es hora ya de contar cómo un partido político que surgió de la ilusión y esperanza de algunos y pareció por un momento que cambiaría las cosas se pudrió en un instante y superó en vicios e inmoralidades a las que denunciaba en los demás. Es la escabrosa historia de Podemos que pareció surgido de la nada hasta que los malignos periodistas averiguaron de dónde salían sus interminables cantidades de dinero sin fondo: del Irak asesino y criminal entre otros con los homosexuales, tirano con su pueblo y también salía el dinero de la dictadura más vulgar y opresora de la Venezuela destrozada por el narcotráfico de América del Sur. Escribo esto poniendo por delante que a mi Podemos no me defraudó nunca sencillamente porque jamás tuve la mínima confianza en ellos, no es que sea más listo o más tonto que los demás es que desde el principio y sin disimular confesaron sus tendencias marxistas- leninistas y yo hace mucho tiempo decidí que no casaban conmigo. En absoluto, por eso no he comprendido nunca qué atracción ejerció en los votantes –algunos con la vida bien resuelta- la infumable opción de Podemos con algunos representantes astrosos y sobre todo indocumentados.
Ya llegó la hora de que se cuente esto de Podemos y del sobrevalorado Sánchez ya sé que es el presidente legal de España, igual que Iglesias el de los dientes feroces es el vicepresidente, pero han repetido en muchas ocasiones lo que voy a escribir ahora: a mí no me representan. Lo volveré a escribir para que quede bien claro: Ni Pedro Sánchez el del rostro esculpido ni Pablo Iglesias el de la dentadura amenazante me representan y no lo hacen por la sencilla razón de que han demostrado que no son capaces de prevenir, actuar con decisión, advertir, etc, una situación como la del coronavirus, pero esto con ser decisivo para alguien que pretende estar al frente de una nación como España no es lo peor, lo infame es que con la pandemia encima se han quedado alelados, abobados, perplejos, sin recursos, balbuceando ba-ba-ba. No.
Un cuento cuya moraleja es que lo único que hay que hacer es esperar al día de las elecciones y que las papeletas pongan a estos donde tienen que estar, en sus casas o en la cola del INEM. Para siempre a ser posible.