Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


¡Vaya tropa!

19/03/2021

¡Como para dormir la siesta sin revolver en la mano! Cuando la sociedad se esfuerza en resolver la tragedia que nos ha traído la pandemia; cuando muchos tienen que batirse por sobrevivir con sus negocios cerrados o apuntados a un ERTE que desembocará en el paro; cuando nuestra atención se centra en protegernos del fatídico virus, caminando como fantasmas con la boca y la nariz tapada; cuanto todo esto y más está ocurriendo, un grupo de  intrigantes se dedican a urdir complots para derribar gobiernos, precisamente los que por obligación deberían ocuparse en velar por nuestra seguridad y bienestar.
Si en España no hubiera víctimas del Covid a miles, si no asediara la ruina a nuestra economía, si estuviéramos todos ya vacunados, podríamos entender que nuestros gobernantes, aburridos del paraíso terrenal, se dedicaran a enredar para entretenerse. Pero en la situación que vivimos es inaudito que malgasten su tiempo y sus pocos esfuerzos en desestabilizar cualquier gobierno que vean flaquear si no es de la cuerda. Les da igual que sea el de España, el de la Comunidad Autónoma o el de la comunidad de vecinos. Para esta tropa, el caso es ocupar poder… para servirse de él por supuesto.
Parece imposible que personajes que tienen en sus manos cuarenta millones de personas puedan ser tan inmaduros, tan ególatras, tan irresponsables y realmente tan amorales. Porque dentro de esta banda hay de todo. Están los que siempre he llamado ‘los de la primera comunión’: Arrimadas y compañía, que parecen acabados de salir de recibir la Sagrada Forma: ella con su vestido blanco, diadema a juego y crucifijo al cuello, y ellos vestidos de marineritos. Pero están también los ‘play-sánchez’, cuyo único objetivo en la vida es ocuparar el poder para servirse de él y dar rienda suelta a sus inconmensurables egos presumiendo de estatus, repartiendo prebendas y usando los palacios estatales como discotecas privadas.
Realmente no sé qué grupo de los dos es más peligroso, porque la sociedad está ya entrenada, por desgracia, para combatir caraduras pero quizá lo esté menos para superar la acción de estos bobalicones con carita de ángel que juegan a las tramas políticas. Porque esta especie es nueva. Es como el covid, nuevo pero con peligro de extenderse.
Esta mezcla de aprovechados y bobalicones difícilmente tendrá éxito y es posible que consiga lo contrario de lo que se proponen. Suele ocurrir a quienes se meten a ‘maquiavelos’ sin haber aprobado un solo curso de ‘conspiración’. Es posible que este ridículo vodevil que han montado sea una oportunidad para que la oposición nacional se reorganice y pueda tener posibilidades de mover el sillón de la presidencia del gobierno, porque dicen que muchas veces Dios escribe derecho sobre renglones torcidos. Realmente solo el hecho de que la derecha simplifique su oferta y quede reducida a un grupo centrado y otro más al extremo puede hacer, como mínimo, que quién tan feliz se las promete por carecer de oposición tenga que reconsiderar la acción de gobierno por miedo a perderlo.
Lo que está claro es que ha vuelto la competencia. Eso ya de por sí es bueno. No sé quién ganará las elecciones en Madrid pero la falta de complejo con que Isabel Díaz Ayuso ha enfrentado la crisis, ha marcado el camino para que la alternancia en el gobierno sea una posibilidad.