Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Termina el verano

17/08/2020

Soy de los afortunados que, como nuestro Presidente de Gobierno, he podido disfrutar de vacaciones. Cierto es que con mi edad tengo la disculpa de haber recorrido ya mucho camino y haber puesto en manos de la siguiente generación el peso de mayor responsabilidad. Pero esto no me permite quedarme al margen. Con la que está cayendo, todos debemos implicarnos en aportar esfuerzo y colaboración para superar la crisis sanitaria actual, la económica derivada del hundimiento del PIB y la social que se nos va a venir encima. Por esto me preocupa la incapacidad para controlar los rebrotes, así como para dar respuestas a muchos interrogantes que las distintas administraciones deberían dar con un mínimo de buena gestión que hicieran. Gestionar bien implica tener capacidad para planificar. En el caso de la pandemia, ¿saben Uds. si se están reforzando los Hospitales?, ¿se están acopiando los materiales de protección y sistemas sanitarios precisos?, ¿los sistemas de vigilancia se han reforzado?, la aplicación Radar COVID que ya se puede descargar en los teléfonos, no va a estar operativa en muchas Comunidades por problemas de compatibilidad. ¿El Gobierno y el Congreso están trabajando para aprobar las normas jurídicas que se deben tener para dar respuesta a las situaciones que se puedan dar? Y no digamos ya de las medidas que deberían haberse preparado para mitigar el hundimiento de la economía. España es el país de la UE con la mayor caída del PIB. El número de empresas que cerrará en este año será abrumador. Millones de empleos perdidos y ante esto seguimos con un escenario inseguro de medidas parciales y calendarios imprecisos.

Hemos tenido la desgracia de soportar una Pandemia imprevista, pero esta situación ha dejado claro que no podemos mantener un sistema en el que los responsables gubernamentales son, en muchos casos, personas que asumen responsabilidades en un ámbito profesional que desconocen, sin experiencia de gestión y que prefieren rodearse de “gente de confianza” en lugar de verdaderos profesionales que tengan conocimiento de los asuntos que deben tratar aportando soluciones y sabiendo planificar a largo plazo. Ronald Reagan, que no era precisamente una muestra de hombre de múltiples capacidades, pasó a la Historia de los EE. UU. como uno de sus mejores presidentes, por una simple razón, supo reunirse de los mejores. En este Gobierno hay ejemplos para todo.