Bienvenido Maquedano

La espada de madera

Bienvenido Maquedano


Fama literaria

24/09/2019

Este año se cumplen cien del nacimiento de Francisco García Pavón, escritor y crítico literario de Tomelloso, que alcanzó fama por su serie de novelas protagonizadas por un guardia municipal de su pueblo al que bautizó con el nombre de Plinio, y un veterinario que respondía al no menos exótico de Lotario. Plinio y Lotario eran una suerte de Holmes y Watson manchegos que resolvían crímenes en el tiempo que les quedaba tras cuidar de sus viñas y alternar en el casino. Gracias a ellos ganó el Premio Nacional de la Crítica y el Nadal. Incluso se hizo una serie de televisión a principios de los años setenta. Los libros son divertidos aunque cueste acostumbrarse al lenguaje barroco-manchego en el que se regodea el autor.
Hace algunos meses que ha desembarcado en Toledo una extraña pareja que vende libros de segunda mano en un hermoso inmueble del casco histórico. Amancio y Victoria tienen una fórmula de venta peculiar. Si compras un libro te cuesta 3,5 euros, si te llevas dos pagas 6,5 euros, y si cargas con cinco te cuestan 12 euros. Da igual el libro que elijas, que sea más o menos grueso, actual o ilustrado. Yo creo que este sistema recuerda mucho al colchonero-lanero, pero si a ellos les funciona no tengo nada que objetar. Al poco de abrir esa tienda entré para curiosear y, rebuscando, di con un estante en el que encontré varios libros de García Pavón. Decidí aprovechar la oferta y elegí cinco libros. Todos ellos eran primeras ediciones, muy bien conservados, y algunos mantenían la sobrecubierta. Regalé cuatro y me quedé con uno, ‘Ya no es ayer’, que es una de las pocas novelas que no tiene nada que ver con Plinio, y que estaba dedicada: «A Jacinto Lopez Gorgé de su buen amigo y compañero 26-6-76. Perdon por tantas erratas». Si ya es difícil que alguien conozca a García Pavón, no creo que casi nadie recuerde a López Gorgé, poeta, periodista, crítico, promotor literario y muy relacionado con Marruecos, a quien una neumonía se llevó por delante el 9 de diciembre de 2008.
De mi compra saqué varios razonamientos: que la fama literaria es muy perecedera; que García Pavón no ponía muchas tildes ni signos de puntuación en las dedicatorias; que los herederos de López Gorgé liquidaron su biblioteca sin muchos miramientos; y que al final las cosas tienen el valor que uno quiera darles, ni más ni menos. Aún así, qué quiere que le diga, 2,4 euros por un pedazo de historia de la literatura me parece demasiado poco.