Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Lo de Garzón

11/01/2022

Lo de Garzón, lo del todavía ministro Garzón, sería para morirse de risa si no fuera para llorar a moco tendido y desesperarse por lo absurdo de la burrada que ha cometido el muchacho. Saben que desde esta columna yo prefiero comentar lo que pasa en mi pueblo y sus alrededores lo he escrito mil veces, lo que pasa ahora es que el ínclito todavía ministro ha comentado una necedad de la que él y sólo él es responsable lo cual da lugar a una especie de círculo vicioso de lo más perverso posible y como Talavera a pesar de todo y de todos todavía conserva algo de producción ganadera e incluso posee o tenía un mercado nacional de ganado me ha parecido pertinente comentar algo de lo dicho o declarado o lo que sea por el todavía ministro.
Garzón se fue nada menos que al Reino Unido a hacer unas declaraciones en contra de la calidad de la carne que se compra y se come en España; parece ser que el hombre no tenía nada mejor que hacer ni nada más interesante que declarar algo al tabloide británico; comprenderán que cuando han llegado a España primorosamente traducidas las palabras del todavía ministro los ganaderos han montado en cólera al sentirse humillados, avasallados y maltratados por Garzón el todavía ministro de Consumo, pero lo más gordo de la cosa es que lo que critica Garzón ¡Depende de él, en su mano estaría cambiar las cosas que ve tan nefastas! En fin, todo un despropósito y si lo dijéramos con una expresión coloquial y que entiende todo quisque, para 'mear y no echar gota'.
Es muy posible que las granjas intensivas no sean precisamente lo ideal a la hora de criar ganado ya sea de pezuña o de pluma, igualmente en muchos casos los desechos que producen tales granjas de aves,  pocilgas de cerdos o establos de vacas son un problema muy serio al que no hay más remedio que encontrar soluciones ya para que la producción de  ganado para el consumo continúe en una línea constante y rentable, así como procurar por todos los medios que el ganado viva en el mejor medio posible y lo más confortablemente que se pueda, pero eso precisamente es responsabilidad suya, del ministro de Consumo y no se puede consentir que se vaya al país de su Graciosa Majestad a decir barbaridades cuando el ganado español cumple fielmente con todas las normas impuestas por la Unión Europea (UE).
Lo que no es tan escrupuloso es un ministro como Garzón que aprovecha cualquier ocasión para criticar con dureza las cosas que debe hacer su Ministerio.