Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Corazón roto

20/02/2020

Médicos del Hospital Puerta de Hierro en Madrid han realizado el primer trasplante en España del corazón de un fallecido en parada cardiorrespiratoria. Se trata de un avance trascendente, pues hasta el momento no se había podido recuperar el órgano vital más importante después de que dejara de funcionar. Esto nos da hálito a los españoles, pues ya sabemos que aunque este Gobierno mate o destruya hasta la última constante vital de la economía, la libertad y la sociedad civil, todavía quedará una rayo de esperanza. Un corazón dormido podrá despertar en un momento dado para levantar la hierba arrasada por estos caballos de Atila.
No sería la primera vez que ocurriera esto en España. Ya pasó en el treinta y nueve y con todo el conjunto de guerras civiles que recorrió el nervio del XIX y que dejaban la sociedad exhausta cada veinte años. Ahora la cuestión es diferente, pues afortunadamente no se mata, pero sí se asfixia. Y es lo que pretende esta izquierda ramplona de coleta y bienestar. Pablo Iglesias lleva el leninismo dentro como sangre desbocada que corre por sus venas. Tiene muchas lecturas, casi todas doctrinarias, y sabe cómo inocular el virus de la inoperancia. La izquierda comunista ha demostrado que de economía no tiene ni idea, pues arruinaron todo lo que tocaron. Por eso ahora se trasviste de feminismo y ecologismo. Y el que discrepe es un carca, machista y contaminante, porque los fachas ya pasamos a mejor vida. Está muy gastado el término y no surte el efecto pretendido. La izquierda es matrícula de honor siempre en propaganda y lo vuelve a demostrar.
Los españoles somos capaces de perdonar a un mentiroso, pero no a un ladrón. Por eso Pedro Sánchez nos gobierna y el PP marchó a las catacumbas de la oposición, donde todavía anda buscando por ver si se encuentra. Además, Iglesias ha descubierto ahora la teoría del Gobierno que silba, aquella que da la razón a los manifestantes en su reivindicación contra quien manda, aunque quien mande sea uno mismo. Es el culmen de la intoxicación y la propaganda. Funcionan porque la izquierda se apropia del buenismo universal y el esfuerzo es para la derecha. Recubre de bondad todas sus soflamas igualitarias, pero a la vez liberticidas, porque igualan por abajo, pero jamás por arriba. Con razón los venezolanos se trajeron a España las bolsas oscuras. La caridad bien entendida empieza por uno mismo, como sabe un buen comunista.
La ministra de Igualdad hace vídeos que recuerdan a Teo, aquel personaje que enseñaba a los niños las cuestiones más básicas de la vida. Teo se levanta, Teo desayuna, Teo descansa... Ahora es Irene quien madruga, Irene quien concilia, Irene quien se acuesta. Qué maravilla más absoluta la del Ministerio de Igualdad. Llega el 8 de marzo e intentarán sacar a la calle un patrón único de mujer, enfrentado al hombre. Conmigo que no cuenten; conozco a miles de mujeres mucho más inteligentes que todo eso.
Por eso, mientras el corazón se duerme y muere, hasta que la deuda nos separe, funcionaremos con respiración artificial, entre Junqueras y Pablo, la coleta y el campo. Los agricultores ya le han cogido la matrícula al vice. Fernando Barredo, Loquito, ha dicho que le plantará cara en el congreso de Podemos. La depuración será brutal. Y mientras, Arrimadas, que tiene nervio de presidenta, intenta convencer a Feijóo. La primera condición del trasplante es la generosidad. Que se enteren liberales y socialdemócratas si no quieren terminar en el Puerta de Hierro.