Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Las Prefecturas de 1810

03/06/2020

El nacimiento de Castilla-La Mancha como Comunidad Autónoma en el periodo preautonómico no pasa de ser un objetivo en sí mismo. Lo importante era, pura y llanamente, conseguir la autonomía. Una vez que se concede el autogobierno en agosto de 1982 el nuevo objetivo pasaría a ser lo que se denominó «hacer región» a partir de las provincias que la componían: Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara, Toledo y Albacete y cohesionar un perfil con los factores comunes para armar un proyecto de futuro. 
El núcleo de la Comunidad fue la región de Castilla la Nueva, división de finales del siglo XVIII, cuyo padre es Floridablanca y que abarcaba, más o menos, las provincias de Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Toledo y Madrid; parte de Albacete, pertenecía en esa partición a la Región de Murcia. Por tanto, en la nueva autonomía se incorporaba Albacete y se desgajaba Madrid. 
En realidad, la división de Floridablanca coincidía mucho con la Taifa de Toledo, que conquista Alfonso VI de Castilla y León e incorpora en el siglo XI como Reino de Toledo a Castilla. Esta cuestión, entre otras, tendría también su peso histórico para la capitalidad de Toledo en 1983.
En otros intentos, todos malogrados, de regionalizar, descentralizar y dar cierta autonomía a los territorios de España previos al Estado de las Autonomías, que surge a partir de la Constitución de 1978, hay uno muy interesante en lo que se refiere a la división que plantea del espacio de la actual Castilla–La Mancha: las Prefecturas de 1810 de José I Bonaparte, según proyecto del ingeniero José María Lanz. 
La Prefectura del «Tajo Alto», capital en Guadalajara y las tierras de Guadalajara y noroeste de las de Cuenca; la del «Tajo y Alagón», con capital en Cáceres, que incluía casi toda la provincia de Cáceres menos la parte norte e incluía las Tierras de Talavera; la del «Tajo y Alberche», con capital en Toledo, con buena parte de la provincia de Toledo y una porción de la de Madrid; la de los «Ojos del Guadiana», capital en Ciudad Real,  con el territorio de su provincia más el sur de la de Toledo y el oeste de la de Albacete y la del «Segura», con capital en Murcia y las tierras de Murcia, el noreste de Granada, parte central de Albacete y la Vega Baja del Segura de Alicante.