Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Presupuestos sin ira

19/11/2020

La semana pasada, por amplia mayoría, 198 noes frente a 150 síes, fueron rechazadas las enmiendas a la totalidad de los PGE presentadas por PP, Vox, Junts, Foro Asturias, CUP, Coalición Canaria y BNG. Si su tramitación ordinaria concluye con bien, como parece, se corregirá la anómala situación en que estamos, arrastrando prórrogas de unas cuentas públicas aprobadas para 2018 cuando gobernaba Mariano Rajoy y la situación en España era bien distinta a la actual, necesitando ya respuestas a la crisis en que la pandemia nos ha sumido.
Los PGE constituyen el andamio macroeconómico sobre el que cada Gobierno despliega su acción política. Es lógico, por tanto, que su debate sea intenso y apasionado. En este año, además, el posicionamiento de EH-Bildu junto a los grupos parlamentarios que han arropado al ejecutivo en su rechazo a las enmiendas a la totalidad, ha elevado el ruido en la discusión presupuestaria, situándonos ante uno de esos dilemas morales que todos hemos de afrontar alguna vez.
Durante años, a la par que condenábamos el terrorismo etarra, apoyábamos a las fuerzas, cuerpos de seguridad e instancias judiciales que lo combatían y nos solidarizábamos con sus víctimas, decíamos a quienes amparaban aquellas acciones criminales que en nuestra democracia todas las ideas podían ser defendidas desde la política. EH-Bildu es hoy un partido legal. Su presencia en el Congreso responde al respaldo electoral conseguido. Sus votos en el Parlamento, revuélvansenos las tripas más o menos, valen lo mismo que los del resto de diputados y con ellos, tal y como se pedía antaño, hacen política. Sobre esto se han pronunciado con ejemplar lucidez personas de juicio tan ponderado como Iñaki Gabilondo o el secretario general de CCOO, Unai Sordo. Si no ha escuchado o leído sus esclarecedoras palabras, hágalo, merece la pena.
Los dilemas nos enfrentan a la duda, debatiéndonos sobre distintas alternativas. Una vez decididos, no siempre quedamos conformes. Atrayendo a la práctica democrática a formaciones como la coalición abertzale, continuando a la vez exigiéndoles condena expresa de la violencia, reconocimiento del daño causado, petición de perdón y respeto a las víctimas, el Estado, sus instituciones y la sociedad ganan. Así pues, debátanse los presupuestos y, si procede, apruébense sin ira, que lo necesitamos.