Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


¡No se volverá este hombre de lo dicho!

13/10/2019

Esta anécdota que narraré y otra similar vienen a cuento de la campaña, o precampaña, ¿alguien nota la diferencia?,l que vergonzosamente está llevando a cabo Pedro Sánchez, tratando los bienes del Estado, es decir, de todos como si fueran de su propiedad. A mi juicio, cada vez le servirá de menos.
 La anécdota en cuestión ocurrió nada más morir Franco. Una mujer sencilla de un pueblo llevaba un par de años cobrando la exigua pensión de jubilación que entonces cobraban los trabajadores del campo. Con su mejor bata y el pañuelo de la cabeza de los días festivos pregunta a un joven abogado si puede hablar con él. Lógicamente la recibió debidamente y antes de sentarse, le espeta su inquietud: «!Digo yo que este hombre no se volverá de lo dicho!» ‘Este hombre’ era el Rey, que acababa de tomar posesión; lo dicho era la pensión que cobraba, que para ella era algo que Franco le daba graciosamente. Por mucho que la explicó que la pensión era un derecho que se había ganado pagando cada mes el entonces ‘cupón’, la mujer se tranquilizó un poco pero siguió con la duda. «Es que mira, hijo, he vivido toda la vida pobre y voy a morir rica… no vaya a ser que este hombre…»
 El día que se celebró el referéndum de la OTAN, como AP propugnaba la abstención, un anciano preguntó a un conocido militante de ese partido si de verdad no pasaba nada por no votar. Le explicó que no, que en España se podía votar o no votar y, por supuesto, votar lo que quisiera. «Es que como cobramos esas ‘perrillas’, -la pensión- no vaya a ser que…». No quería votar, pero no se quedaba tranquilo. A última hora de la mañana volvió a preguntar a la misma persona: «que dice esta mujer -la suya- que si está usted seguro de que no pasa nada si no votamos, mire que vivimos de eso…». Le volvió a contestar lo mismo, tratando de convencerlo de que hiciera lo que su conciencia le dictara y no tuviera miedo, sobre todo que no tuviera miedo porque la pensión era un derecho… A media tarde, cogidos del brazo, el matrimonio fue a votar…
Este era un tipo de persona que no se creía con derecho a la pensión. Pensaban que era un donativo que le daban, pero que le daba Franco, el Rey, Felipe González… no el Estado. Gracias a Dios este tipo de personas ya no existe. El jubilado de hoy es una persona con tanta formación como cualquier joven e incluso mejor informada, dado la posibilidad de acceso a los medios de formación y al tiempo de que disponen.
Quizá por esta razón le está saliendo rana a Pedro Sánchez la campaña, basada en repartir, como si fuera un rey medieval, los bienes del Estado. No digo que no haya todavía quien considere que el Presidente del Gobierno da y quita a su antojo. Ni siquiera digo que no se haga, porque ahí están las listas de votos andaluces comprados. Lo que sí que digo es que los ciudadanos ya son sobradamente conscientes de que frente a los poderes públicos se tienen derechos, no la mano tendida pidiendo limosna. Ya saben que los cargos públicos son solo  administradores y no dueños.