Editorial

La importancia de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha

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La Guardia Civil fue, de nuevo, protagonista en los pueblos y ciudades de Castilla-La Mancha con motivo de la patrona de este histórico cuerpo, la Virgen del Pilar. Los castellano-manchegos honraron con su presencia el reconocimiento que tienen hacia la Benemérita, teniendo en cuenta la importancia de su labor diaria en una comunidad autónoma con más de 900 municipios, que se extienden sobre una superficie superior a los 79.000 kilómetros cuadrados.

La labor que realiza este Cuerpo de Seguridad es tremendamente importante en un territorio en el que la población reside de forma dispersa, y en el que el fenómeno de la España vaciada es una realidad incuestionable. Y está claro que sin la presencia de los agentes de la Guardia Civil el problema de la despoblación sería todavía más evidente, puesto que a la falta de comunicaciones y desarrollo económico se sumaría el de la inseguridad, real o como sensación, subjetiva o no, del propio ciudadano.

Por eso debe ser una satisfacción para los representantes de las diversas instituciones de esta comunidad autónoma observar cómo los castellano-manchegos tienen un apego inquebrantable hacia la Benemérita en unos tiempos en los que su papel, el de este Cuerpo de Seguridad del Estado, es todavía más necesario en determinadas zonas de esta piel de todo que es España. La situación que vive y padece Cataluña a cuenta del desafío independentista, y cuya primera respuesta judicial puede alterar todavía más la convivencia -la sentencia del Procés condenará, según las primeras informaciones, a los responsables del referéndum ilegal y de la declaración fallida de independencia por un delito de sedición- requiere de la presencia de los agentes de la Guardia Civil, amén de los integrantes de la Policía Nacional, para salvaguardar los derechos de quienes siendo tan catalanes como los secesionistas, no apuestan por unos postulados que pretenden crear la división, el enfrentamiento y hasta el odio hacia todo lo español.

Los guardias civiles deben percibir el aprecio y respeto de la ciudadanía, y sin duda alguna, la declaración institucional de las Cortes de Castilla-La Mancha del pasado jueves, junto con las afirmaciones del propio presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, son una muestra más que palpable de lo que el cuerpo fundado por el Duque de Ahumada hace 175 años también pudo comprobar en las calles de esta comunidad autónoma, en sus desfiles, en sus celebraciones religiosas, en sus almuerzos de hermandad y resto de actos organizados con motivo de esta festividad, que coincide, y no será casualidad, con el Día de la Hispanidad, a la sazón, Fiesta Nacional de España.