Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Origen de Castilla-La Mancha y consecuencias

02/11/2021

Cuando hace años a la muerte de Franco se cambió la forma de administración del Estado convirtiendo España en Estado autonómico, en parte para complacer a los nacionalistas periféricos y en parte para cumplir con ese mantra  según el cual algo imprescindible para ser un país próspero era imprescindible la descentralización cuando muriera el dictador, los políticos españoles para complacer a los territorios con pretensiones separatistas idearon las autonomías tan caras e incómodas;  a nosotros que estábamos incluidos en Castilla  La Nueva nos empujaron a una nueva autonomía, Castilla La Mancha que ni era Castilla ya que pretendían  cercenar del todo es decir de Castilla, una parte como era La Mancha, y  ésta era separada de su origen natural e histórico o sea Castilla. También despojaron a la nueva autonomía de Madrid incluyendo Albacete en el, no diré engendro, pero sí extraño invento.
Lo cierto es que dividieron Castilla en dos ya que una Castilla con las dimensiones de lo que fue el reino en los tiempos pasados debía despertar recelos en nacionalistas periféricos y separatistas aunque fuera sólo por la extensión del territorio; también despojaron a la nueva autonomía de Madrid lo que supuso dejarnos medio huérfanos de identidad e historia además de provocar luchas en los despachos   entre Toledo y Albacete por la capitalidad de la nueva autonomía: El paso de dividir Castilla en dos se dio sin mayores inconvenientes ni discusiones,  una vez más se complacía a nacionalistas y separatistas periféricos a costa del resto de España en este caso Castilla. Lo urgente era crear una identidad aunque fuera postiza pero no muy combativa para evitar problemas en el futuro así que para empezar la llamada Junta-órgano de gobierno de la nueva Castilla La Mancha-creó un logotipo sin sentido que se puede ver en cualquier oficina perteneciente a la Junta de Comunidades y hasta en paradas de autobús se trata de un escudo dividido verticalmente en dos, de una parte una torre estilizada en alusión a Castilla supongo y la otra mitad en blanco por La Mancha supongo también; lo que hicieron los manipuladores con toda intención, ya desde el principio, fue disimular la parte castellana de la autonomía sustituyendo el color rojo carmesí de la bandera castellana por otro azul que no venía a cuento ni tenía razón histórica alguna. Ahí  empezó ya la despersonalización de Castilla-La Mancha y desde luego la marginación de la parte castellana frente a la manchega, una pretensión que se mantiene hasta ahora. De otra parte y desde la Junta se inició una campaña para promocionar y favorecer la parte manchega en detrimento de la castellana en un empeño enfermizo por corregir la influencia de poblaciones de peso como Talavera llevando trenes e infraestructuras a la parte manchega por razones ignoradas.

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