La árnica es reconocida por sus propiedades analgésicas y antinflamatorias para el tratamiento de contusiones. Ante la posibilidad de que la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno supere cuantos obstáculos van saliéndole al paso, engordados ahora con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, en la Moncloa deberían hacer acopio de semejante ungüento, porque en cuanto el  Congreso  vote avalándole, la ‘brunete mediática’ elevará el tono de sus acometidas contra él y cuantos le apoyen, dispuestos a amoratarlos todavía más.
Afianzada la Transición, el añorado Vázquez Montalbán acuñó aquella gráfica frase de que ‘contra Franco vivíamos mejor’, expresando la progresiva fragmentación e irrelevancia política en que el PCE iba derivando. Ante el guirigay que numerosos colegas alientan en columnas periodísticas, tertulias radiofónicas y magazines televisivos, bien podríamos hacer hoy un remedo de la misma y decir que muchos de ellos militan gozosos en el ‘contra Sánchez se opina mejor’.
Es posible que yo sea un ingenuo, pero, sinceramente, no creo que el secretario general del PSOE esté por reventar las costuras del Estado ni de la Constitución, en connivencia con ‘rojos’, separatistas y radicales. Escuchar el ‘¡que vienen los comunistas!’ me resulta pueril, cómo si desde 1979 estos no hubiesen formado ya parte de gobiernos municipales, provinciales y autónomos.
Quiero que el actual presidente en funciones salga con bien del envite y pronto tengamos un gobierno progresista para remontar el ‘impasse’ en que nos encontramos. La negación contumaz del pan y la sal no es buen remedio para resolver problemas, discrepancias o desencuentros arrastrados en el tiempo. No puede obviarse que todo es hoy más complejo que hace unos días. Urge ir dando pasos y hacer camino al andar. Así es que, esperando que durante estas fiestas navideñas las salidas al laberinto en que estamos inmersos vayan despejándose, le deseo, amigo lector, que tenga suerte en la Lotería, felicidad en estos días entrañables y ventura para el año próximo. Hasta entonces, y para calmar los coscorrones recibidos y los por venir, mejor árnica que vaselina. Y para los del terco pim-pam-pum contra Sánchez, valeriana, que tranquiliza, mitiga el estrés y relaja la mente.