Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Quince días

09/05/2020

En este período de confinamiento no podemos hablar de cuarentenas, pues ya sobrepasamos las sesenta jornadas de encierro y libertad vigilada.
Nos estrenamos en su momento, con su peculiar guiño a la realidad, con las declaraciones de Page acusando a los docentes de querer estar 15 días de vacaciones, no nos equivoquemos, dijo aquel día. Tras 4 quincenas, ¿habrá visto aquellas declaraciones después?
De qué sirve tener profesorado formado en nuevas tecnologías si los alumnos no se pueden conectar. La alternativa es la nada. No es tan difícil recordar la formación a distancia, cuando se enviaban los materiales por correo postal. Eso no es volver al pasado, es nuestro nuevo presente.
Podrían haber gestionado un sistema de conexión gratuita a clases a través del 5G en Castilla La Mancha éramos prueba piloto, ¿recuerdan? Podrían haber preparado un acuerdo con Correos u otros, para enviar material a todos los alumnos, desde cada aula, personalizado, pagando a las editoriales, pero eso de pagar... La solución en el sistema educativo la han tenido que dar los docentes, a mano.
Decir que vivimos en una Sociedad de la Información, es una falacia. No vale con cacarearlo, todos conocemos ejemplos de personas que no tienen ADSL en casa, o suficientes equipos para recibir una formación online. Esta administración ha segregado por capacidad económica y la educación pública ha pasado a ser de pago. Las soluciones de la Consejería han sido palos de ciego. Verter la responsabilidad en los medios que tienen los profesores, es como echarte al campo de batalla con la cubertería de tu boda. Algo parecido a los medios de los sanitarios, cada cual a su nivel, claro. Es un total abandono funcional.
Quince días de vacaciones quería tomar el profesorado y desde entonces no tienen diferencia horaria entre la mañana, la tarde, la noche, el laborable y el festivo, y al final, tras tanto esfuerzo, nada será válido en el currículo escolar.
El premio ya lo tienen asegurado, no se preocupen, el presidente regional ya se frota las manos, podrá eliminar el verano a los docentes, desde Moncloa les bajarán los sueldos y les quitarán las pagas extras. Es un sacrificio inevitable, nos dirán. Los gobernantes sacrificando su tiempo e intelecto mientras los demás pensamos en los quince días de vacaciones.