Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Conocimiento

28/10/2019

Nadie discute que, cuanto más y mejor capital humano tiene un país, mejor preparado está para progresar económica y socialmente. Ya en 1957, Robert Solow, que luego sería reconocido con el Premio Nobel de Economía en 1987, estableció un sistema indirecto de medición que permitía valorar el progreso tecnológico y su influencia en el PIB de cada país. A los ya tres tradicionales Factores de Producción ‘Tierra, Capital y Trabajo’ incorporó la innovación tecnológica como factor determinante para que el progreso se mantuviera. Hay países que son conscientes de esto y mantienen sus cifras de gasto en educación y en I+D o, incluso, las aumentan. En España el espejismo del boom inmobiliario supuso un retraso impresionante. Éramos todos ricos y sin investigación ni desarrollo.Ello fue debido a que el sector de la construcción no produce ni exige un gran conocimiento científico innovador. Hicimos de nuestra riqueza nuestra desgracia. La crisis posterior, los malhadados recortes y el cortoplacismo, han supuesto que la dedicación de recursos al mundo de la enseñanza, la investigación y el desarrollo tecnológico, hayan disminuido. 
La globalización de la economía y el impulso de la innovación tecnológica ha supuesto que cambiemos de una economía basada en los factores físicos de producción, capital y trabajo (lo material), a una economía basada en el conocimiento. 
La pasada semana pude visitar una empresa que es un claro ejemplo de que esto es así. Está en Portillo, y en poco más de 50 años, ha pasado de ser una idea en la cabeza de su fundador a una multinacional que se codea entre las 5 más importantes del mundo del equipamiento deportivo. La empresa es Joma, Fructuoso López su fundador. Con su esposa Marina y con sus hijos son un ejemplo envidiable de empresa familiar. Controlan el diseño, la logística, la marca, lo que les permite llevar la producción donde más les convenga. Monitorizan y/o robotizan aquellas tareas que no aportan valor. Es el avance tecnológico y el conocimiento lo que establece diferencias. Cada vez son más los equipos, de todo tipo de actividad deportiva, que llevan su marca. Me encantó la ilusión que pone en todo Fructuoso, el orgullo por el trabajo de sus hijos y de todo el equipo de la casa. Es un ejemplo de cómo hay que saber rodearse de los mejores para hacer realidad tus sueños.