Enrique Belda

LOS POLÍTICOS SOMOS NOSOTROS

Enrique Belda


¿Protege usted nuestra salud o protege su cargo?

19/05/2020

Señor presidente: en efecto la duda ofende. Sé que está en ambas cosas a la vez por lo cual la pregunta es inconsistente y me disculpo. Me consta que usted no quiere causarnos mal alguno, pero me cuestiono si además de cuidar de nosotros no busca en sus decisiones la cobertura de su persona y de su cargo. Le pongo un ejemplo: hace unos días dejó salir a los niños y niñas a la calle, bajo todo tipo de advertencias sobre peligros y males. Sin embargo, no los deja usted ir al colegio. En el primer caso, si se contagian con el Covid-19, como nos recuerdan usted y su coro de grillos que cantan a la luna (Antonio Machado otra vez), la culpa es de los malvados padres, que no respetan las distancias de seguridad ni las admoniciones de sus vicepresidentes. En el segundo caso, si retoman cierta rutina y vuelven a las aulas, ustedes se convierten en los responsables del hipotético contagio. ¿Es así? Lo mismo me equivoco pero la diferencia entre una decisión y la otra no es una alternativa, ni lo mismo, desde el punto de vista de los beneficiados, porque los chavales con la ruptura por tantos meses de su dinámica social y educativa están incrementando el daño efectivo, no solo el riesgo, constatable por todos los que tienen hijos confinados, en su salud psíquica y en el desarrollo de su personalidad.
Para tomar la segunda alternativa se requiere además una separación efectiva de grupos de riesgo y muchos test de los que no se generaliza su uso (¿para cuándo?). Mucha tela ¿verdad?, y mucho dinero que se está empleando mejor en otros menesteres. Con el resto de la población pasa lo mismo tras varias semanas: entre la de que nadie se mueva de casa y la de detectar y aislar a los afectados, la primera obviamente es la más sencilla (menudos genios: si te encierras no te haces daño) y nos hace a los ciudadanos auto responsables y delatores. Mientras que la segunda, le traslada a usted por completo la culpa si no aísla un colectivo o una provincia de la manera conveniente y precisa, utilizando a sus ministros y jefes sanitarios para organizar y no para tapar. Esto va a ir a peor porque a medida que la gente se va caldeando ustedes plantean una política más defensiva.
¿Presidente, compramos y recomendamos las mascarillas? Por supuesto, no son recomendables en todos los casos, pierden eficacia enseguida, y constituyen el uno por ciento de lo que podemos y debemos hacer, pero es lo más llamativo para que crean que estamos moviendo algo ¿Pero entonces habrá que facilitar cuarenta y seis millones al día? Venga Simón no te pases. Si luego hay que hacerlas desaparecer de los telediarios como los guantes, ya veremos. Y así todo: política defensiva, y el cargo como un castillo, decidiendo a remolque de lo que fuere necesario para mantenerse al frente y no terminar procesado.