Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


El Mundial

24/11/2022

El Mundial de Qatar es una anomalía de la Naturaleza, una planta carnívora, un contradiós intelectual. Sin embargo, España ha comenzado ganando siete a cero el primer partido frente a Costa Rica, lo cual también ya nos dice que nos encontramos ante un fenómeno sensacional. La selección de Luis Enrique hizo ayer un monólogo de Hamlet frente al otro equipo, que miraba impávido a los españoles igual que las vacas al tren. Sin embargo, la prensa ontológicamente madridista de este país le seguirá negando el pan y la sal al técnico asturiano, básicamente porque un día decidió largarse del Madrid y recalar en el Barcelona. La central lechera – Guardiola dixit- es lo que tiene y no perdona a quien fue bautizado por Gaspar Rosety como un ser inútil igual que la primera rebanada del pan bimbo. No quiero, no obstante, abrir brechas cuando es menester cerrarlas, pero la larga mano del florentinato se nota hasta en la aversión con que cierta prensa y el madridismo tratan a la selección. Serán cosas de culé.
Lo cierto es que el Mundial ha empezado con caras tapadas, bailes en las gradas y mujeres cubiertas de los pies a la cabeza. Los derechos humanos brillan por su ausencia e Infantino parece cualquier cosa menos un hombre probo y venerable. Su calva es el culo del mundo donde ennegrece todo el chapapote que ha tragado la FIFA para llevar el Mundial a Qatar. Los memes que estos días corren por los móviles son maravillosos. El que más me gusta es el que retrata al del VAR como un condenado de Guantánamo con mono naranja, marcado por el machete de un terrorista. La falsedad de este gran teatro del mundo no tiene límite y lo que considero verdaderamente heroico son aquellas decisiones personales que pasan sencillamente por apagar el televisor y mandar a la mierda a quien no tiene la decencia ni la altura mínima que da el respeto y la consideración humana.
Pero, claro, si Infantino ha barruntado de lodo su calva, cómo no lo van a hacer los jugadores y los equipos que van a la zaga. La ceremonia de inauguración fue vomitiva, sin una sola mujer en el escenario y burlas a quien ofrecían al mundo como el paralítico de Cafarnaún. No es presentable ni aceptable escenarios de este tipo en el siglo XXI. Esto demuestra que no todas las religiones son iguales, como sabe un buen ateo, y que el Islam se quedó en el siglo XV. Aunque el cristianismo pueda tener aspectos reprobables, le da mil vueltas a una lectura integrista dominante del Corán en estos países donde se pisotean las reglas elementales de la humanidad. En Occidente nació Voltaire para negarlo todo; en el Islam siguen dentro del túnel negro del oprobio. El dinero es dinero sucio, asqueroso y pordiosero; pero nos lo untaremos como tocino y loción y miraremos para otro lado.
Que mujeres u homosexuales no puedan viajar a según qué partes del mundo es francamente desolador. Habría que calibrar el impacto económico y repartirlo a partes iguales entre los culpables de la decisión. Que devuelvan lo que han trincado y regresen a su casa. Si yo fuera jugador de fútbol, saldría al campo con el brazalete arcoíris y forzaría incluso mi expulsión. Perdería el partido y el Mundial, pero ganaría el corazón de millones de personas, que no saben dónde mirar estos días. España ha vencido en el primer partido y se adentra a la segunda fase. Podríamos aprovechar para enseñar a la caverna todo lo bueno que nuestro país hizo por el mundo. Aunque, claro, eso es un problema cuando ni los propios españoles lo sabemos y renegamos de ello.