Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


El hombre orquesta

05/03/2020

Creo que el primero que conocí fue el encarnado por Dick van Dyke en la película de Mary Poppins. Bert, ahora que lo pienso, no solo era capaz de tocar a la vez muchos instrumentos también era deshollinador, dibujaba con primor las aceras y conseguía hacer volar las cometas. El sonido que arrancaba de su artefacto musical era alegre y cautivador porque invitaba a bailar a niños y mayores, lo que no recuerdo es si era música académica y erudita.
Cualquiera sabe la razón por la que recordé precisamente a este hombre orquesta mientras escuchaba hablar sobre el sistema AKIS y la importancia de la formación de los profesionales del sector agroalimentario y del medio rural durante la celebración del VII Foro Nacional de Desarrollo Rural. La neurociencia que trata de desentrañar nuestro cerebro nos habla de neuronas espejo que captan el significado abstracto de lo que percibimos, con propiedades motrices o sensoriales, que son la base del aprendizaje por imitación y el sustrato neuronal de la empatía. Sistema espejo que se relaciona, a su vez, con el de mentalización que presupone la capacidad de abstraerse y relacionar lo que percibimos con lo que ya conocemos para deducir pensamientos y deseos ajenos. Creo que serían ambos, aunque no suelen estar activos al tiempo.
AKIS es el acrónimo en inglés del sistema de conocimiento e innovación agrario (Agricultural Knowledge and Innovation Systems). Proviene del ámbito de la política de investigación europea y junto con el asesoramiento son los elementos transversales más relevantes para la consecución de los objetivos de la Politica Agraria Común. Un sistema de innovación donde interaccionen las personas, los profesionales y las organizaciones del sector agroalimentario (productores primarios, transformadores, industria agroalimentaria, investigadores, entidades financieras, grupos tecnológicos, administración, consumidores, etc…) que favorezca el aprendizaje mutuo y donde se genere, comparta y utilice conocimiento e información para promover el desarrollo del medio rural.
Se debatió sobre los conocimientos y habilidades que precisa el medio rural y que deben adquirir los profesionales agrarios, cuyo rendimiento dependerá de su perfil relacionado metafóricamente con la letra T (T-shape people). La parte vertical de la T se corresponde con su formación y experiencia en el campo de su especialización y la horizontal serían todas aquellas habilidades que le ayudan a la relación y a la organización, tan decisivas en nuestra época. Así, no solo debe saber sobre ciencia agronómica, veterinaria, forestal, hidráulica o medioambiental y estar bien informado sobre derecho administrativo, marketing y ventas, política y geopolítica, mercado exterior o cultura rural y urbana. Sino que, además, debe saber gestionar la complejidad y la incertidumbre, entender sobre emociones y psicología humana, estar al día en nuevas tecnologías, comunicar y negociar, emprender para encontrar nuevas oportunidades y ser capaz de detectar y asumir los cambios no solo del consumidor sino de la sociedad en su conjunto para abordar con éxito los nuevos paradigmas. Todo ello sin perder el ritmo al tocar.