Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


El rolex de Goyo, el Pipirrana

13/07/2022

El rolex de Goyo, el Pipirrana
tente nublao
ángel monterrubio
«El rolex de oro anda dando tantarantanes en la mano de Goyo, el Pipirrana, los días que se pone de fiesta»
Goyo, el Pipirrana, me cuenta con todos los detalles la hostia que se pegó en La Costa con el Vespino contra el Seat 850 Sport de Pepe, el Basto, mientras nos apretamos unas mollejas de cordero y unos tintos de verano. Goyo, el Pipirrana, hace la moto en la salsa con la mano del rolex de oro, parece que se le va a salir y a caer en la cazuelilla de barro.
-No. Así esta bien. Para que me se vea bien.
Por las apariencias y los modos de Goyo, el Pipirrana, la gente que no lo conoce debe pensar que el reloj es falso. Se lo pone solo en las ocasiones en que se endominga. En el diario utiliza los de plástico de propaganda que le regalan los bancos. Pero el rolex es bueno, fetén. En realidad, era de su padre, que en paz descanse, y antes de un tratante de Badajoz con la muñeca más gorda que vino a la ruina y terminó dando sartenazos. En uno de los últimos entretalló a Pipirrana padre con una partida de terneras que le 'pagó' con un talón sin fondos. Lo de siempre: Que dame tiempo, que parece mentira, que me visto por los pies, que ando un poco 'apretao', que me deben, que en cuanto me paguen, que para la Feria de septiembre arreglamos…
Y, en efecto, en la Feria de septiembre la cosa se solucionó. Toda la mañana el de Badajoz anduvo esquivando por el teso a Pipirrana padre. Pero éste lo esperó con paciencia rondando por los muelles del mercado permanente junto al camión y cuando estaba en plena faena de cargar los chotos se le echó encima como un gato, lo trabó como si fuera una ternera y dio con él en el suelo, una rodilla en las costillas y una mano en el pescuezo, enterrándole media cara en una bosta fresca. Con la mano libre le desató el reloj y dirigiéndose al corrillo que formamos, a las voces, los que por allí andábamos con el trajín del ganado dijo:
-Sois testigos. Me lo quedo a cuenta de lo que este hijoputa me debe.
Y ahora el rolex de oro anda dando tantarantanes en la mano de Goyo, el Pipirrana, los días que se pone de fiesta.