Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Otra convocatoria

23/09/2019

Y  van... El día 23 de septiembre, se acaba el plazo para evitar una nueva convocatoria electoral demostrando la incapacidad de todos, aunque de algunos más que de otros, para poder llegar a acuerdos y formar Gobierno. Egos personalistas, juegos electorales a corto, cálculos partidistas. Muchos pueden ser los motivos que han llevado a este fracaso y, seguro, pocos o ninguno de los responsables asumirán su responsabilidad en este lío en el que nos han metido a todos. La situación se produce en un escenario en el que estamos abocados a esperar, como mínimo, otros cinco meses para tener Gobierno. La desmesura de los plazos para constituir las Cámaras y proceder a la sesión de investidura así lo marca y eso esperando que ahora sí sean capaces de llegar a acuerdos. Y mientras nos encontramos con la siguiente situación. Presupuestos prorrogados y falta de política económica y fiscal adecuada a un momento en que todo anuncia un cambio de ciclo, y esto afecta también a los presupuestos de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos al no poder cerrar las partidas que corresponden a su participación en los ingresos del Estado. Debilidad en la presencia en Europa con un Brexit duro a la puerta, tensión internacional con un Trump desmadrado y otros problemas de calado a los que se deben dar respuestas de Estado. Un mes de Octubre en el que puede hacerse pública la Sentencia del Proces, con lo que los separatistas se encontrarán con libertad para tomar medidas de contestación a la Sentencia, sin un Senado que pueda dar respuesta adecuada dentro del orden Constitucional y un Gobierno que tendrá dificultades para liderar cualquier acción. Retraso en las reformas necesarias para adecuar la situación de España a los cambios tecnológicos que implicarán una revolución en el mercado laboral. Sinceramente, ¿a que juegan nuestros ‘líderes’? ¿Se imaginan ustedes. que en una empresa que tuviera que tomar decisiones de las que dependiera su futuro y los puestos de trabajo que la misma genera, sus consejeros y directivos en lugar de enfrentarse a la situación buscando soluciones, se fueran de viaje? ¿No les exigiríamos responsabilidad patrimonial por el daño causado? Si fuéramos serios habría que tachar a muchos de la lista de posibles elegidos por incompetencia manifiesta.