Carlos Calzada

Carlos Calzada


Locura ¿transitoria?

13/01/2023

De un tiempo a esta parte parece que todo lo que gira alrededor del apartado deportivo del CD Toledo está al borde del internamiento en un hospital psiquiátrico.
Y es que, 90 minutos sobre el verde son capaces de llevarnos a la locura transitoria de no saber discernir la realidad de la ficción, lo tangible de lo intangible, lo consciente de lo pasional. Es tal el deseo de felicidad, la euforia que tiene el aficionado verde de querer disfrutar con su equipo, que, cuando llega esa tan ansiada victoria, todos los males y problemas desaparecen de un plumazo.
La hazaña de vencer al rival después de tantas caídas te eleva por encima de todo, sin importar lo pasado y solo deseando no bajar de la nube. Y que llegue el siguiente domingo para seguir flotando, repetir, mantener y alargar esa sensación de éxtasis tan olvidaba y, a la vez, tan deseada en la grada y el vestuario.
En esa locura transitoria de la que nadie quiere bajarse, por un lado, el jugador debe ser capaz de interiorizar la confianza en sí mismo y buscar su mejor versión.
Y, por otro lado, el entrenador necesita encontrar, como bien dice, la cordura desde la coherencia de apoyarse en el sentido común y la base de sus creencias, para ser capaz de aplacar los niveles de serotonina y dopamina generados fruto del placer del éxito.
Éxito efímero, que es temporal, finito, y cuyas sensaciones tiene que buscar repetir cada jugador cada domingo. Sensaciones de victoria, de esfuerzo y recompensa, de trabajo bien hecho, pero sin trabajo y pies en el suelo es complicado volver a sentir.
Permítanme dejar que, sobre todo, los aficionados del CD Toledo vivan esa bendita locura, transitoria o permanente, de disfrutar con la victoria de su equipo, independientemente de todo lo demás, incluso de la realidad, para con el aquí y ahora. Disfrutar de un estado transitorio ojalá cada vez más invariable.

ARCHIVADO EN: CD Toledo