Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


Queridos Reyes Magos…

13/01/2023

No sé si nos queda algo más que hacer. Hasta el momento todas las rogativas que Talavera de la Reina ha hecho a gobiernos de cualquier índole han sido en balde. Eso sí, tenemos que reconocer que de promesas tenemos una extensísima y variada colección y de todos los  colores. Desde el AVE que nos mandaba Zapatero que llegaría volando, que acabó convirtiéndose  en una diligencia averiada, hasta los centros logísticos  y no logísticos que se iban a instalar, pasando por montones de empresas que nos iba a traer alguna organización empresarial bien subvencionada que se instaló en Talavera.
La realidad, después de tantas promesas, es que Talavera sigue siendo pódium en paro y abandono. Para una vez que hicieron algo con nuestros puentes fue para estrechar el que se usa, de forma que ahora se circula de perfil y construir otro espectacular que no va a ninguna parte. Creo que lo hecho con ambos puentes debería estar inscrito en el libro Guinness.
Con estas burlescas a que se ha sometido a Talavera de forma casi ininterrumpida, su estado y aspecto no pueden ser más deplorables. Para comprobarlo será suficiente darse una vuelta y ver sus entradas con el asfalto lleno de grietas, abandonado desde hace más tiempo de lo que el aglomerado aguanta. Pero lo peor es que los talaveranos, otrora  gente luchadora y combativa están resignados a su suerte. Han tenido que empujar tantas veces un tren vetusto, que ya han perdido la capacidad de organizarse y gritar. No es que se crean las fábulas que de cuando en cuando vienen a contarnos, es que ya ni se molestan en responder.
Ocurre que somos perfectamente conscientes de que la 'pobre' Cataluña, tantos años 'marginada' por el oprobio centralista, necesita recuperar el tiempo perdido y para ello todos los recursos de España son pocos, porque nuestra renta ya es casi dos tercios de la suya y esta es muy poca diferencia. Además, nuestros diputados  se conforman con sus propias retribuciones, cuando los catalanes, además, exigen inversiones en su Comunidad. Ya sabemos los suyos que son…
Pero no podemos perder la esperanza. Nos quedan los Reyes Magos. Quizá hemos perdido demasiado tiempo llamando a la puerta equivocada. Hemos pretendido que alguno de nuestros gobiernos se parara, aunque fuera solo un momento, a contemplar la desolación que nos paraliza, con la ilusión de que metieran en el bombo el nombre de Talavera de la Reina. Vana ilusión. Han ido saliendo los premios, los 'gordos' y los más chicos y el nombre de Talavera no se ha oído… Definitivamente solo nos quedan los Reyes Magos.
Sé que lo hemos pensado tarde y ahora no da tiempo ya a confeccionar una carta detallada ¡son tantas nuestras carencias…! Pero los Reyes son verdaderamente magos y con su ilusión pueden lograr lo que no consiguen nuestros diputados, bien regados de sueldos. Estoy seguro de que los Reyes Magos sí nos van a atender, sí se van a dar cuenta de  cuál es nuestro estado anímico y sí que nos van a ayudar. Estoy seguro de que ya este mismo año nos van a dejar un tren de inquietudes, una riada de entusiasmo y una montaña de acción positiva. Estoy seguro que hoy, cada talaverano, oirá una voz que, como a Lázaro, le dirá: Levántate y anda… y volaremos alto.