Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Sobre el prefijo des-

26/12/2019

Pues parece que poquito a poco, con tristes despedidas, algún que otro tropiezo y muchas alegrías, vamos acabando el año. La vida y el mundo siguen fluyendo y desbordan fronteras temporales pero, aun así, los acotamos para no perdernos sin referencias en una realidad infinita e inalcanzable. Es tiempo de balances, recopilatorios, anuarios, memorias, prospectivas, perspectivas, tendencias de futuro y de pronóstico sobre cuáles serán los asuntos que primaran en la agenda política mundial del 2020.

He ido leyendo algunos de los que han llegado a mis manos- por supuesto que un número escaso de todos los publicados- y, a grandes rasgos, se podría resumir el estado del mundo y sus habitantes con palabras que comienzan con el prefijo des-.

Así, se pone de manifiesto que el globo se desterritorializa en lo político porque la geopolítica no disputa por el territorio sino por los espacios virtuales. Los datos son el recurso más valioso y alcanzan la hegemonía en la era del capitalismo cognitivo quienes consiguen mejor acceso que no suelen ser ni Estados ni gobiernos. Gobiernos que tienden a desestabilizarse, afectados por la desinformación con contenidos falsos, y que trataran de evitar la desregulación de los gigantes tecnológicos y de la transparencia en internet.

El mundo se deslocaliza en lo económico y eso conlleva a que la sociedades se desdibujen y se desordenen las poblaciones, preocupándonos la despoblación de muchos territorios. Persiste la desigualdad entre países, regiones, sociedades, individuos y generaciones. Se desintegra el espacio de estabilidad y prosperidad compartida en el Mediterráneo que ya es sinónimo de migración y refugiados.

El ciudadano del mundo desindentificado va olvidando lo que le es propio por el consumo desmedido de productos culturales globales. Desconcertado ante la retórica actual que urge a frenar el calentamiento global cuando los científicos llevaban décadas reclamándolo. Desorientado por la incapacidad de las instituciones de canalizar las demandas sociales y de tomar decisiones en consecuencia para prevenir conflictos políticos. Desincronizado y desprevenido ante la aceleración tecnológica.

Tantos conceptos e ideas expresados en palabras prefijadas con des- no dejo de resultarme curioso, así que indague un poco sobre su formación. Encontré algunos estudios en el Boletín de la Real Academia Española de la Lengua que explicaban como la creación de palabras con des- es el proceso más productivo del español en el ámbito de la prefijación. Su origen etimológico del latín denotaba dispersión y valor privativo pero la variante popular evolucionó semánticamente ampliando su significado con valor significativo reversivo hasta convertirse en el prefijo negativo por excelencia ya en el español antiguo. Significado de negación, privación o disminución de algo que se consideraba bueno y positivo, enfatizando la idea de pérdida del estado alcanzado que siempre fue mejor.

Visto así, me cabe la duda de si no será mejor encontrar acomodo prudente entre el realismo y el idealismo político para evitar este desasosiego y desvelo constante. ¡Feliz año nuevo para volverlo a intentar!