Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Mar de nubes

07/10/2019

Cuando voy por los caminos de la comarca toledana de la Sagra, sobre todo en este tiempo de otoño, cuando miro al cielo sobre las horas del mediodía, siempre me he quedado admirado cuando veo su inmenso azul. En efecto un azul único, hermoso, lleno de luz y de alguna manera casi brillante, un verdadero espectáculo; pero desde un tiempo a esta parte, cada vez que miro éste cielo singular, me lo encuentro con digamos, mas rayas y el bello azul de la Sagra, es cada vez como más difuso, como si un pintor le hubiera puesto un poco de polvo de pastel blanco, difuminándolo. Las muchas rayas, que cada vez son más y más, en realidad no son nubes, que cierto es, buena falta hacen nubes llenas de muchas gotas de agua, muchas nubes, para que estos campos se refrescasen, primero y después gracias a una buena agua, ayudaran a la agricultura. Para que esto ocurra, es algo difícil de conseguir por parte del ser humano, y es esto de impedir tan largos tiempos de sequía como los que estamos, soportando todo el mundo, las gentes del campo y la gente de la ciudad, aunque las gente de la ciudad, cada vez que viene un único día de lluvia, dicen eso de: -Qué mal día hace hoy. Porque hacer bueno, es estar todo el día con sol, sea verano, invierno, primavera u otoño, y gracias a ello yo puedo admirar el azul del cielo en la Sagra, cosa que no significa que yo crea que esto es buen tiempo. Bueno, el cielo de la Sagra esta difuminado y cada vez más, porque por lo visto cada vez hay más tráfico en el cielo y eso hace que cada vez haya más nubes de forma alargadas, pero de vapor de agua lo justo creo yo, porque si fuera de agua, bien podría ser que de vez en cuando que lloviese ese vapor o algo así. Viendo este cielo azul lleno de rayas, sigo manteniendo la idea que tiene una belleza única en estos (inevitables) soleados días. Me pregunto, que aún, siendo hermoso admirar tanto azul en el cielo al mediodía, más me agradaría ver los grises en un cielo lleno de nubes, de las que hacen que llueva mucho y muchos días, que buena falta hace…     ’