Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


...Ni Semana Santa

10/03/2020

En un viejo refrán se afirma que en Talavera no hay ni dios, ni rey ni semana santa;  la explicación que se daba a esta sentencia popular era que no hay dios es por la gran devoción que hay en la ciudad a la Virgen del Prado, no hay rey porque es ‘de la reina’ y no hubo nunca una gran semana santa porque desde siempre en los días de ésta, los talaveranos estaban ocupados preparando las fiestas grandes de la ciudad, las importantísimas Mondas.
Con los años el proverbio se ha ido convertido en más cierto hasta resultar una de las señas de identidad talaveranas y parte de la idiosincrasia de la ciudad, no me parece que esto tenga nada de bueno o de malo, es una característica peculiar de Talavera en este mundo globalizado y uniformado turísticamente en el que manifestaciones como los de semana santa se encuentran en cualquier ciudad a la que acudas durante estos días. Hace mucho tiempo que repito el refrán del principio; reitero que para bien o para mal es una característica de Talavera; por mi edad, ya cuantiosa, me acuerdo de cómo ha sido hasta hace muy poco la semana santa talavera, hasta que Ángel Mariano García, amigo de mi infancia, después de hacer la mili en Sevilla, volvió a Talavera encantado de la semana santa andaluza y se propuso con trabajo, entusiasmo, amistades y esfuerzo hacer aquí algo parecido, a escala muy pequeña pero digno. Y lo hizo. Y así la cosa creció y cada uno puso su grano de arena, los zamoranos que vivían en Talavera organizaron cada año un magnífico pregón de semana santa, etc, todo creció y mejoró hasta un punto en verdad destacable con el apoyo de las cofradías, del mismo ayuntamiento y en general de   los talaveranos muy satisfechos de que lo que no era más que una pequeña manifestación casi por obligación cada año, sin orden ni concierto, caótica tan entrañable como insignificante, se convirtiera en unas procesiones dignas de presenciar o participar en ellas. Todo muy bien y no seré yo quien critique el esfuerzo que al parecer han hecho desde el ayuntamiento para promocionar los desfiles talaveranos, incluso en Madrid.
Una vez escrito esto, no tengo más remedio que felicitarme de algo que ha crecido para bien en Talavera, lo que tampoco puedo dejar de decir en que tenemos aquí, en estos días primaverales una fiesta que merece todo el apoyo de la ciudad, de autoridades locales, provinciales y regionales (y autonómicas, se me olvidaba), una celebración que es el resto de una ceremonia pagana, de antes del cristianismo, estudiada y celebrada como única por los más importantes antropólogos y estudiosos que debe ser apoyada, resaltada, mimada hasta el último esfuerzo y que estuvo a punto de desaparecer para desdicha de todos: Las Mondas merecen por lo menos tanto apoyo e idéntico sostén que la Semana Santa, hay en la ciudad suficientes intelectuales y entusiastas de la gran fiesta talaverana para que cada año se limpie el cortejo de elementos extraños y se pueda conseguir que lo que fue en un principio una ceremonia pagana se vaya convirtiendo en un séquito y una celebración de toda la tierra de Talavera que satisfaga a propios y extraños que acudan a presenciar el resto de una ceremonia precristiana. Ángel Ballesteros que lleva años en la tarea, lo va logrando.