Miguel Trinidad

Mano a Mano

Miguel Trinidad


Todo por edificar, ver y decidir

03/06/2022

Comienza una nueva etapa en el CD Toledo tras un curso lleno de sinsabores en lo deportivo y con ilusión tras la recuperación del músculo financiero. La entrada del Grupo Ibérica, con Fernando Nuñez a la cabeza, ha dejado a la entidad por primera vez en mucho tiempo con margen para poder trabajar en todos los ámbitos sin el yugo de las constantes deudas.
Aunque sin derroches, es una de las primeras ocasiones que tiene la nueva dirección deportiva para armar un proyecto potente que, por mucho que se quiera ver a medio plazo, en el caso del primer equipo es a corto o cortísimo plazo, porque si la pelotita no entra... ya puedes vender el proyecto que quieras que no lo compra ni un oligarca embriagado de vodka premium.
David Vizcaíno y su mano derecha (y sus ojos en el CD Toledo) José María Rivas desean empezar su proyecto desde cero. Quieren volver a construir la casa desde los cimientos y demoler todas las vigas principales, que además son muy queridas por la afición, comenzando por el anterior cuerpo técnico y finalizando por dos de los pesos pesados del vestuario y capitanes, como Esparza y Rubén Moreno.
Una apuesta arriesgada para alguien que no conoce la idiosincrasia de este club, pero que una vez realizada todos esperamos que le salga bien. El problema de entrar como el clásico manitas que entra diciendo «¿quién le ha hecho esto?, hay que cambiar toda la instalación», puede salir bien (que todos lo deseamos) pero hace que se quemen comodines demasiado pronto y, si algo tiene el CD Toledo y su afición, es que no se casan con nadie y son fieles a sus convicciones. Virtud o defecto, está en su ADN y es la razón por la que este club tiene cerca de cien años de historia.
Dentro de ese órdago deportivo, acaba de entrar un Aitor Gómez vigoroso y con mucha ilusión que está ante su gran oportunidad, aunque juegue en la misma categoría que su anterior club, el CD Marchamalo. Gómez, al igual que Vizcaíno, quiere empezar de cero y que la plantilla de la próxima temporada comience desde una gestación adecuada y sin estatus que puedan minar su autoridad desde el minuto 1. Postura respetable y comprensible aunque, insisto, el peso pesado se encuentra en la grada.
Queda todo por hacer en este proyecto, todo por ver y decidir, por lo que hay que dar un voto de confianza a este nuevo rumbo deportivo en el que la confección de una plantilla potente y versátil marcará el sino de la competición y la durabilidad de la construcción de las nuevas vigas y del resto del edificio.