Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Cataluña

14/11/2022

Si el Gobierno piensa que con la reforma del delito de sedición se puede avanzar en resolver el problema catalán, merece la pena repasar las actas del Congreso de los Diputados en las primeras sesiones celebradas durante la II República. En los debates sobre el Estatut de Núria que planteaba la soberanía del pueblo catalán formando un estado autónomo dentro de un modelo político federal, con el catalán cómo única lengua oficial, Don José Ortega y Gasset, al que no creo se le pueda cuestionar su solvencia intelectual, tuvo una intervención en la sesión del 13 de mayo del 32, que merece la pena recordar. Indicaba Don José que «se nos ha dicho que la República fracasaría si no lograse resolver este conflicto que la monarquía no acertó a solventar» para a continuación plantear: «¿Qué diríamos de quién nos obligase sin remisión a resolver de golpe el problema de la cuadratura del círculo? Sencillamente diríamos que, con otras palabras, nos habría invitado al suicidio» y afirmaba: «yo sostengo que el problema catalán, cómo todos los parejos a él, es un problema que no se puede resolver, que solo se puede conllevar». Pasaba luego a exponer que el nacionalismo catalán, es un nacionalismo particularista, que quiere excluirse de todo proyecto común con los demás, a diferencia de la tendencia integradora en proyectos que superen localismos para formar parte de unidades de mayor peso e importancia. Indicaba la responsabilidad que la República tenia ante los muchos catalanes que, sin renunciar a su catalanismo, también se sentían españoles por querer formar parte de un proyecto mayor, a los cuales no se les podía abandonar.
Al final de las intervenciones, cuando llegó el momento de aprobar el Estatut, de los 53 artículos iniciales que este tenia, se quedaron reducidos a 18. La cámara, aprobó este texto por 314 votos a favor y 24 en contra.
La Historia debe formar parte de nuestra formación. En ella podemos encontrar explicaciones de muchos temas a los que hoy debemos dar respuesta. Y no viene mal recordar que, siendo presidente de la Generalitat Lluis Companys, se aprobó la Ley de Contratos de Cultivo, que, recurrida por el Gobierno de la República, fue declarada inconstitucional. La Generalitat no hizo caso de la sentencia y la aplicó. (¿Les suena algo parecido en estos tiempos?)
El 6 de octubre de 1934, se proclama el Estado Catalán, ordenando el Gobierno de la República la intervención del Ejército. Lluis Companys es detenido, juzgado y condenado a 30 años. Con el triunfo del Frente Popular en 1936 llega la amnistía, aprobada por las Cortes. Y la Historia continua.