Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


Nutricionistas

14/05/2022

Ahora vamos al nutricionista a que nos diga lo que tenemos comer y en que cantidades. Excepto en casos extremos, nada de lo que pasa en las cuatro paredes de la consulta es revelador. La diferencia es que lo explica una persona con bata que después te pesa y te juzga. Te pone una nota, que son los kilos y los resultados de una maquinita , un acto de fe tecnológico. En cinco segundos calcula la cantidad de grasa del abdomen y otras variables ininteligibles. Sin que te tengas que quitar ni siquiera la camisa.
El nutricionista en realidad funciona porque nos vigila. Porque nos controla y porque nos pone reglas. La única manera de adelgazar para millones de personas es volver a ser un niño que necesita disciplina. Estamos tan cansados de contener cada instinto de nuestras vidas que ya somos incapaces de comer decentemente sin supervisión policial.
La mecánica puede aplicarse a muchas otras facetas de la vida. Proliferan  las terapias para dejar de fumar, para ponerse en forma, para aprender idiomas, para buscar pareja y para no perderla. Decenas de cosas que podríamos hacer igual de bien o mejor con un poco de fuerza de voluntad y una conexión a Internet estable.
En este estadio de la civilización en el que estamos resulta un milagro que las cosas funcionen razonablemente bien. Que millones de personas sean  capaces de ducharse y vestirse cada mañana, de conducir hasta el trabajo sin matarse, de  cuidar de sus hijos sin negligencias letales. Solo necesitamos algo de ayuda de personas con bata que se especializan en hacer cumplir asuntos muy básicos para evitar la extinción, para mantener controlada esta  orgía de estrés, prisa, frustración y ambiciones imposibles.

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