Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Ha ocurrido

30/07/2019

Era previsible. Y ha ocurrido. En el año 2016, Podemos negó la posibilidad a Pedro Sánchez, como representante del PSOE, de ser presidente del gobierno de España. Un negociador de la época, Antonio Hernando, contaba: «A mí ya me intentó engañar Iglesias como mínimo tres veces en aquellas investiduras de 2016». (El País, domingo, 21 de julio de 2019). En esos años Podemos estaba en la cima de la ola. El PSOE se encontraba en su punto más bajo. El ensueño del «sorpasso» en la izquierda se ponía al alcance de la mano. Si Pedro Sánchez era presidente, la caída del PSOE podría detenerse. Así que no era cuestión de apuntalar la ruina. Primera negación. 
La historia se ha vuelto a repetir en este mes de julio de 2019. Solo que en esta ocasión el PSOE se ha presentado como el partido que podría formar gobierno con los votos de unos y abstenciones de otros. Por segunda vez Podemos ha negado su apoyo al PSOE. ¿Sería descabellado  recuperar el viejo rumor, que se enterró como se pudo, de que Podemos se formó a «impulsos» del PP para frenar  cualquier posibilidad de gobiernos de izquierdas? El entonces mandamás del PP, Sr. Arriola, apareció como promotor de la maniobra. Él no lo negó del todo. ¿Por vanidad? ¿Por aparentar  más habilidad  de la que disponía? ¿Porque la información era falsa y nada peor que los desmentidos? ¿Por qué era cierto?  Lo que sí ha ocurrido es que Pedro Sánchez, de momento, «no será presidente del gobierno de España», como  anunció  el primer día del debate el Sr. Iglesias. Y van dos. 
Se ha acentuado la polarización de las posiciones. Los medios de comunicación han asumido que la polarización es inevitable, así que nos metemos de lleno en ella. Se habla del fracaso de la izquierda y, dependiendo de la orientación del medio o del opinador, se insiste más en el error de Pedro Sánchez.  La derecha lo aprovechará en su beneficio, porque tiene bula.  También se airea el hartazgo de la ciudadanía, con lo que se fomenta la abstención  en lugar de la participación  responsable. Ahora es  el momento de opinar desde la izquierda y desde la derecha sobre la incapacidad de unos y de otros. Y retomar conspiraciones, variadas y múltiples, las cloacas y  las maniobras del régimen, tres configuraciones abstractas de  maldad imprecisa. Para enardecer  a los fieles nada tan motivador como  conspiraciones de poderes oscuros contra las esencias de la izquierda y victimismo, mucho victimismo. 
Los muy rocosos defenderán sus trincheras con ardor volcánico. Así comienzan los enfrentamientos inacabables. También se forjan  héroes, aunque se cuenten por miles los derrotados. Si no fuera por los empecinamientos careceríamos de historias y de leyendas. Surgirán los predicadores «teóricamente neutrales» para recordar que cuanto sucede es por los errores de la izquierda, incapaz de unirse. Los mismos, en otras circunstancias, hablarían de los males  del frente popular. En las sociedades antiguas, y entre la gente corriente, contaba el honor personal y el valor de la palabra. Antiguallas. En política, tal como la entienden algunos, vale todo: desde asesinar al amigo hasta embarrar al adversario para difuminarlo. Tras de mí, el caos. Incluso proponer en los últimos minutos del debate para formar gobierno una iniciativa irrelevante. Se origina confusión, que de eso se trata. Entre las virtudes del Sr. Iglesias se encuentra su capacidad para originar líos. Queda septiembre. Septiembre fue el mes que, desde los inicios de los contactos, anunció el Sr. Iglesias como el mes en el que se dispondría de gobierno. ¿?. Le falta una negativa a Pablo para parecerse a Pedro.