Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


El baile de Ciudadanos

10/06/2021

Emilio Sáez es desde ayer nuevo alcalde de Albacete. El PSOE recupera la alcaldía de la ciudad más populosa de Castilla-La Mancha después de diez años, los tiempos de Carmen Oliver y Manuel Pérez Castell, el alcalde poeta. Entre medias, Carmen Bayod, Javier Cuenca, Manuel Fernández y Vicente Casañ, alcalde de Ciudadanos que ha cumplido su trato con los socialistas y ha dejado el cargo a mitad de mandato. En una semana, Ciudad Real vivirá el caso contrario. Pilar Zamora abandona la alcaldía después de seis años y Eva María Masías, de Ciudadanos, gobernará la capitaleja. Ciudadanos, merced a los pactos que firmó y suscribió Alejandro Ruiz, que ya no está ni se le espera, se convirtió en actor central de este baile de polichinela o rigodón que vive ahora uno de sus momentos culmen con el famoso ‘cambio de pareja’. Y la pareja cambió, al menos en un primer compás del traquetreo.
No tengo dudas de que Eva María Masías será alcaldesa de Ciudad Real, mi ciudad, donde abrí los ojos y a donde espero siempre volver. Creo además firmemente que Eva es una mujer capacitadísima y estoy convencido de que lo hará lo mejor posible. Sucede, sin embargo, que hoy la marca no tira. Porque entre todas la mataron y ella sola se murió. Estuve hace una semana con Inés Arrimadas en Toledo, durante la celebración del Corpus, y una vez más, no puedo decir otra cosa sino que la impresión fue excelente. A ella misma le dije que nadie la diera por muerta. Fue Inés Arrimadas quien puso a la luna de Valencia a todos los indepes que la chuleaban. Creo que los manuales de política no han sido todavía justos con lo que un día hizo esta jerezana hace cuatro años en Cataluña. Tampoco ella misma ha sido del todo ecuánime con su propio legado.
Porque bailar con Sánchez es sinónimo de purulencia, podredumbre, desazón y finitud. Pedro no velará por nada más que no sea su bienestar. Y, pese a todo, hay incautos que siguen acercándose. La carta de Junqueras no es buena ni para Cataluña ni para el resto de España, de la que forma parte Cataluña. Es una patraña que da vida y aliento a los dos títeres del guiñol, Junqueras y Sánchez, nada más. Por eso, mi desazón fue máxima cuando le pregunté a Inés si no se arrepentiría hasta el final de los días de la moción de censura en Murcia. Y contestó que no, que era una cuestión de sus compañeros en aquella comunidad. Si Ciudadanos se precia de un discurso nacional, mi querida amiga, qué coño hace dando carta de naturaleza a una riña de gatos.
La cuestión es que Casañ ya no es alcalde y sí lo es Sáez. Tampoco sé lo que pasará de aquí en adelante, porque el futuro no está escrito. El peso de Ciudadanos depende mucho de la política nacional y esta parece que ya ha dictado su sentencia. No obstante, soy de los convencidos que firma y mantiene que el futuro no está escrito y permanece al alcance de nuestra mano. Por eso, lo que pueda pasar de aquí a dos años, solo los astros o la Providencia lo saben. Al final, todos calvos y creyendo firmemente en el libre albedrío. A Ciudadanos le ha faltado liderazgo y le han sobrado oportunistas y arribistas. Precio de juventud y novatada. Precio excesivamente alto, no obstante. Porque la banda que Rivera apuntaba hace dos años en el Parlamento sigue bailando en el cuarto oscuro de forma obscena y sin complejos. Colón con Ayuso desbordará los cauces mentales de la izquierda.