He llamado a la columna ni izquierda ni derecha porque nadie esperaría que iba a emplear esos términos apolillados y carcomidos que ahora usan algunos politiquillos de medio pelo de ‘las derechas’ y las izquierdas que son términos así en plural,  tan desusados como “el céfiro de tu beldad”. Bueno es igual, lo que quiero decir es que a unos cuantos no sé por qué  razón, les ha dado por retroceder sesenta años para rescatar lo más insulso y más bobo del lenguaje guerracivilista y viejuno.
Lo que de verdad me ha dejado pasmado estos días han sido unas declaraciones del vicepresidente del Gobierno según las cuales los serios altercados que han sufrido varias ciudades españolas no los han provocado ni los desastres de la actuación del Gobierno del que forma parte, ni las mentiras del presidente y muchos de sus compañeros de Gabinete como Ábalos y compañía que en una democracia normal hubieran supuesto su dimisión inmediata o por lo menos su cese fulminante, sus propias trolas dignas del más descarado cinismo o del hartazgo de la gente por estar gobernada por el peor  grupo de ineptos que se haya conocido en la larga historia de España etc.  sino que se debe a no sé, ni sabe nadie qué movimientos de la derecha y bla, bla, bla. Miren,  me da lo mismo la Derecha o la Izquierda y lo que hagan, lo que me parece una desfachatez es que este cínico individuo canse y siga cansando con lo mismo; cambia un poco de rollo, que eres nás cansino que llevar una vaca en brazos.
No, no creo que estos disturbios sean debidos a la gente de la Derecha, ni tampoco a la de la Izquierda, creo más bien que son grupos de antisistemas dispuestos a aprovechar las circunstancias para armar bronca en gordo y de paso, si pueden sacar algo gratis en algún pillaje, mejor. Esa me parece la verdadera causa de los desmanes y achacarlo a la derecha únicamente (que no niego yo que a lo mejor haya alguien derechoso en los follones) es una muestra más del desnortamiento y mentiras de Pablo Iglesias.
Así que quiero suponer que el sindios vivido en algunos lugares de España en los últimos días no tiene sello político más allá del gusto por el caos y del enfrentamiento con la fuerzas del orden así como la ruina de algunos empresarios y un caos absurdo que es completamente  estéril y yermo.
Escuché uno de estos días a Fernández Vara presidente de Extremadura declarando que quienes organizan los tumultos son gente perfectamente organizada y financiada; bueno de ser así, quien o quienes o por qué razón organizan semejantes desbarajuste y a quien beneficia. Juro que no tengo ni idea.