Alejandro Ruiz

EL REPLICANTE

Alejandro Ruiz


El Club de la Comedia

21/11/2019

No tengo claro si es José Bono, o es José Mota caracterizado de José Bono contando chistes en el Club de la Comedia. El resultado, en todo caso, es una síntesis magistral de ‘bienqueda’ profesional, de churras y merinas y de ocho que ochenta.
Súbitamente, reaparece ahora el escalador Bono, con más pelo que nunca, en mercantil turné publicitaria por los medios de comunicación, tratando de vender otro de sus libros de memorias, que no son más que chismes y cotilleos obsoletos, que cada vez interesan a menos gente. Aprovechan entonces los periodistas para preguntarle por el terrorífico pacto de su partido con Podemos y sus rémoras, y por la reciente condena al PSOE de Andalucía por el caso de los ERE y, como siempre, Bono los arrolla a todos con su discurso inteligente, moderado y pausado, con las frases y las expresiones adecuadas, sus dejes, gestos y cadencias apropiadas en el lenguaje para influir en las emociones y la aceptación de quien le escucha.
En las entrevistas, sobre los ERE de Andalucía, qué gran oportunidad perdida para trasladar idéntica repugnancia vomitiva con cualquiera de los otros casos de corrupción, con independencia de su militancia, afinidad o amistad con los condenados. La honestidad, la seriedad y la credibilidad desinteresada de cualquier comentario se mide inexorablemente por el grado de coherencia y objetividad a la hora de blanquear o denigrar a tal o cual destinatario objeto de reproche penal. Cuando se tiene un criterio formado en principios sinceros e incondicionales, nuestro comportamiento ético consiste en ser coherente con ellos.
Y sobre el pacto de su partido con Podemos, le domina la falta de aceptación de la responsabilidad ante la magnitud del conflicto gratuitamente consentido por su inacción meditada y medida.
En la sinopsis del libro se presenta a Bono como «un personaje peculiar, sin pelos en la lengua, que se ha enfrentado a quien ha hecho falta para mantener a flote sus convicciones». Dice que «aborda una etapa política fundamental en el desarrollo de la consolidación de la democracia y que es un compendio de vivencias, de conversaciones en primera persona y de anécdotas impagables en las que los protagonistas son personalidades muy relevantes de nuestra historia»; que habla de todo, «del problema catalán, los resquicios judiciales del YAK, lo que opina la Iglesia de los homosexuales, el incipiente resurgir de la extrema derecha y también de protocolo, visitas internacionales al Congreso de los Diputados o las peleas para llamar al orden a sus señorías cuando se daban las sesiones más levantiscas». Todo ello, y esto no aparece en la sinopsis, bajo el enamoramiento apasionado de la propia imagen seductora, vanidosa, admirada y poderosa.
Se abre el telón y aparece Bono vendiendo una enciclopedia.