Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Odre o pellejo

12/09/2022

Odre o pellejo. Odre de vino, del griego askos y en latín Uter vini o pellejo de vino, es una especie de bolsa o gran botella flexible que viene de una pieza de cuero, generalmente del cuerpo completo de una cabra. Se conseguía por el proceso de desollar al animal, cuidando en retirar la piel, intentando que no fuese preciso abrir al animal en canal, para luego curtir muy bien la piel o cuero, cosa que se debía hacer repito, bien, porque si no los vinos después adquirían un sabor muy desagradable. Así pues, dada esta la vuelta, la piel o cuero, con los pelos cortados para adentro, empegado todo ese interior con brea, se cosía por todas partes menos por la correspondiente al cuello del animal, que era la boca del recipiente, donde se ponía un tapón. Otros animales que se usaban eran el buey o la oveja. Por lo cual se conforma, por lo maleable de su material, como un ejemplo de buen contenedor de líquidos, como vino o aceite, o incluso agua, con una capacidad media de entre los 30 ó 40 litros.
En la actualidad los odres están en desuso, pero hasta hace pocas décadas, eran muy usados, dado que el hombre, como ser inteligente, desde tiempos muy antiguos los utilizó para transportar grandes cantidades de vino, porque, por ejemplo, se podía llevar este recipiente maleable hasta un comedor y desde allí repartir el vino a las vasijas para la comida. Se sabe de su uso ya por los egipcios, y los griegos lo usaban mucho durante las fiestas Dionisias rurales áticas, que, en su segundo día de celebración, en las fiestas de las Ascolias, askolia, del griego askos, odre, durante su celebración, se hacía una especie de concurso cuyo objeto, era permanecer el mayor tiempo posible de pie en equilibrio, sobre un odre lleno de vino y aceite mitad y mitad, a esto se le llamaba askoliasmos. Y su importancia la ha tenido, reflejada en la literatura, desde Homero que, en la Odisea, cita a Ulises como emborracha al Cíclope con los pellejos de vino, o Cervantes, como hace a Don Quijote matar a los cueros de vino tinto en la cámara de la Venta, creyendo que era el gigante Pandafilando, y hasta el propio Jesús lo cita en el Evangelio de San Marcos eso de «a odres nuevos vino nuevo», que quizá de aquí salga el refrán español de  'cuanto más viejo más pellejo'. También podía tener más usos que no solamente el llevar vino o aceite, si se podía usar para llevar queso fermentado, agua, leche o también mantequillas…