Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Deportes de riesgo

16/11/2019

Vivimos en un continuo aburrimiento. Somos tan rutinarios que nos preparamos la vida sólo para repetir una y otra vez lo que un día nos funcionó bien. Los hay que a pesar de que les fuera mal, lo siguen repitiendo, para conseguir que les salga bien alguna vez. Miren a Sánchez,  menos votos, menos diputados y presidente en unos días.
De tan rutinaria que es nuestra vida elegimos hacer actividades que nos activen la adrenalina, nos suban la autoestima y nos soportemos a nosotros mismos.  Hacemos running, escalada, hasta paracaidismo.
Pero la afición por el paracaidismo tiene un puntito de locura, muy atrayente para los de la gran ciudad.
Decidimos poner en manos de otros nuestra supervivencia, la que nos aferramos día a día. Y ahí que te va, te embarcas en una aventura que, a pesar de tenerlo todo controladísimo, tiene un carácter de riesgo y unos imponderables. Nunca pasa nada, pero ahí también entra la suerte.
Que le pregunten al paracaidista de Girauta, ha durado menos que el paracaidista en Vox en el Ayuntamiento de Toledo. Tanto movimiento nuevo, tanto sacudir la badana con la nueva forma de hacer política, y al final, el paracaidista se comporta igual.
Pero la gente no perdona el oportunismo y el mercadeo de baratijas. Tocar la Constitución, la patria y el corazón, para luego no hacer nada contra la corrupción en Andalucía, ir de prepotentes como Alejandro Ruiz el diputado de Cs que intentó insultar, llamando agricultora a Lola Merino, solo da pie a pensar que tienen lo que merecen, ¿escarmentarán?
El paracaidismo es un deporte de riesgo y por mucho que creas controlarlo todo, como metas la pata, cometas un error o te salgas de madre, te la puedes pegar.
Ahí andará, paseando y ‘saludeando’? por Toledo con su guitarra, paseando al caniche de Rivera, contando historias de la guerra que perdieron en la trinchera de las urnas. El paracaidismo tiene riesgos, pero es que la gente está hasta el último pelo de que le intenten dar lecciones los listos de la clase del cole de enfrente.
Dirigentes, cuidado con los nombramientos digitales, escarmentados quedan de que no queremos paracaidistas en Toledo, queremos que lo nuestro lo defiendan desde aquí, y gente, muy buena, que la hay, de aquí.