Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Transversalidad del turismo

22/09/2021

El turismo ha vuelto a Toledo, aunque nos faltan los muchos visitantes internacionales de los que gozábamos antes de la pandemia.
Ver el Casco histórico lleno de personas admirando nuestro rico patrimonio, nuestros numerosos monumentos y recorriendo sus callejuelas ha sido un momento de gran satisfacción. El bullicio, el rumor de la gente, las risas por el balcón, nos ha demostrado lo triste que andaba nuestra milenaria ciudad.
Hace un año y medio lo perdimos y nos dimos cuenta de la importancia que este sector, el turístico, tiene, no sólo para nuestro Toledo, sino para la sociedad del siglo XXI. Cualquier conversación rememoraba, en estos meses, a esos tiempos en los que viajar ayudaba a desconectar de la rutina, de lo mundano, para poder conocer otros lugares, otras culturas.
El turismo tiene, como dicen los académicos, impactos positivos y también negativos. Pero, en este tiempo, lo negativo ha sido la falta de actividad, la disminución generalizada de la actividad económica, las deudas acumuladas, la falta de ingresos y la pérdida de empleos. Pero esta situación no sólo ha afectado a las empresas turísticas, también a los proveedores que han reducido su volumen de negocio, sectores indirectos que han perdido mucha clientela, los agricultores y ganaderos no tenían público al que surtir de productos, todos los que vivimos en esta sociedad del siglo XXI tenemos que tener la suficiente capacidad para poder afrontar el duro y difícil presente y la incertidumbre del futuro.
Hemos vuelto a arrancar, pero ha quedado claro que el turismo es transversal, afecta a todo y a todos.
La pandemia ha afectado a nuestra forma de vida y esta situación ha demostrado que Toledo es un destino que necesita de turistas, pero, sin ellos, es una realidad en sí y por sí misma.
Sus gentes, sus barrios, la vida cotidiana de los residentes es lo más importante para la ciudad, Toledo tiene que darse cuenta de varias cosas:  sin patrimonio, sin monumentos, sin museos abiertos, ¿qué nos quedaría?, sin gastronomía, sin viticultura, sin olivicultura ¿qué podríamos ofrecer? Sin vida cultural, actividad literaria y musical ¿cuál sería nuestro sino?
El turismo es una herramienta más de las que dispone la ciudad para su supervivencia, pero el turismo es transversal porque es un medio, no el fin.