Pilar Gil Adrados

Entre Encinas

Pilar Gil Adrados


Campos y prados. Campos y prados

21/11/2019

Cien años se cumplen desde que la sueca Selma Lagerlöf,  la primera mujer laureada en el área de literatura, recibiera el Premio Nobel en 1909. Otorgado en ‘apreciación del elevado idealismo, la vivida imaginación y la percepción espiritual que caracterizan sus escritos’ y por el ‘retrato totalmente original de la vida campesina’. Lagerlöf pasó su infancia y juventud en una granja de Marbacka, donde aprendió a conocer y amar tanto la naturaleza como la vida de trabajo en el campo de su tierra. Su profesión de maestra le obligó a dejar la granja, que perdería la familia poco después tras un quebranto económico, pero a la que volvería, tras recuperarla con el dinero obtenido con el nobel, para dedicarse en su mundo a escribir.
Las personas sencillas y sabias, las tareas cotidianas con los animales, la siembra y la cosecha, el trabajo en el huerto, los cuentos y leyendas relatados junto al fuego, el discurrir de la vida, la geografía y los paisajes de su patria fueron las fuentes principales de inspiración para sus escritos. Uno de los más conocidos es ‘El maravilloso viaje del pequeño Nils Holgersson’ que escribió para responder al encargo de las autoridades suecas que querían dotar a las escuelas de un texto con el que enseñar a los niños la geografía y las costumbres de su país. Libro bellísimo, también por sus ilustraciones, muy didáctico por combinar magistralmente la realidad con la fantasía y que recuerdo haber leído con fruición.
Estos días trabajamos en la reforma de la PAC, puesto que comienza un nuevo periodo presupuestario en la UE que aborda nuevas prioridades y necesidades en un contexto de incertidumbre económica donde la agricultura tiene que defender su espacio y su importancia. Analizando uno de los indicadores –entre casi un centenar para contextualizar, programar y evaluar esta política del sector agrario y del medio rural- relativo a los sistemas agrarios de alto valor natural (SAVN) me ha traído a la memoria una escena que se narra en el cuento.
Nils, pequeño por sus travesuras, escapa de casa volando a lomos de un ganso doméstico y cruza los cielos de todo el país en compañía de los gansos salvajes. Cuando reúne suficiente valor para mirar hacia abajo, le sorprende la hermosa, espléndida y abigarrada colcha, de un sinnúmero de grandes y pequeños retales, que se va desplegando bajo su vista. Solo cuando los gansos le graznan ‘Campos y prados. Campos y prados’ reconoce su querido paisaje agrario de las llanuras recortadas por setos y bosques de Scania.
Los SAVN basados en prácticas tradicionales mantienen elementos del paisaje y retazos de vegetación natural. Valiosos por su beneficio para la biodiversidad, los recursos naturales, la reducción de emisiones o para la producción de alimentos de calidad pero en riesgo, por su baja viabilidad económica, deben protegerse. Castilla-La Mancha reúne prados naturales, dehesas, mosaicos de viñedos y olivar, estepas cerealistas, sembrados, cultivos hortícolas y leñosos que bajo esta denominación ocupan el 43,14% de su superficie agraria útil.