El CD Toledo afronta el tramo final de esta primera fase sin tener asegurado un puesto entre los tres primeros clasificados de la tabla que le daría opción de luchar por el ascenso directo. El déficit de puntos perdidos en diferentes momentos de la temporada ha hecho que a estas alturas, los pupilos de Diego Merino tengan poco margen de error en los tres partidos que le quedan, ante el CD Madridejos y la UB Conquense, en casa, y en Tarancón, la próxima semana.

Dicen que, cuando un problema no tiene solución, deja de ser un problema, y ahora es el momento de olvidarse de lo ocurrido y centrarse en el día a día, y más concretamente en el derbi ante el CD Madridejos, tras traerse un buen punto de Las Pedroñeras. Un punto que, aunque pueda saber a poco, es vital.
Tras el cambio de manos en la propiedad, la entidad parece ir mostrando evidencias de mejora, tanto en lo deportivo como en lo institucional. El equipo parece más sólido, mandón y, a día de hoy (aunque tampoco las ha vivido aun), parece que el temblor de canillas en los momentos importantes ha ido desapareciendo. Sería importante, por tanto, intentar mandar un mensaje desde el minuto 1 este domingo para matar el encuentro cuanto antes y no revivir fantasmas del pasado reciente, ya que, de no lograr los tres puntos, la situación se podría complicar, y mucho.
En la parte institucional se están dando buenos pasos de cara a mejorar la imagen del club, como la obtención de nuevos patrocinadores, venta de ‘merchandising’ a precios adecuados, ‘feedback’ con los medios de comunicación en redes sociales o el nuevo autobús con lema integrado. Se está preparando, pasito a pasito, de cara a un futuro inmediato que el aspecto deportivo debería corroborar con la vuelta a la Segunda B.
El emeritense Diego Merino apenas ha querido tocar el once inicial en los últimos choques, algo de lo que ha adolecido el equipo en este curso. El equipo se muestra compacto, pero sería interesante ver cómo actuaría con un segundo delantero, como puede ser Osama, para fijar a los centrales, y que Rubén Moreno disfrutase de mayor libertad como en su mejor época verde junto a Iván Bueno y Manu Gavilán. Por otra parte, y siendo el más determinante en la era preMerino, la entrada de Álex Martín como un puñal en la izquierda, en lugar de Pituli, le daría más mordiente arriba a los verdes en un terreno de juego como el Salto del Caballo.
A pesar de todo lo ocurrido, y aunque pueda parecer extraño, el CD Toledo depende de sí mismo a día de hoy para lograr el ascenso, aunque no sea directamente. Eso no debe olvidarse, pero para llegar a ese momento hay que seguir en el día a día viendo cómo se van consiguiendo cada punto con el máximo esfuerzo y entrega.